"Las ventas de fruta de hueso siguen yendo bien por el momento", dijo Jack Bezemer, de Zoutewelle, una empresa holandesa que importa y exporta frutas y hortalizas, a principios de junio. En ese momento, los precios de los melocotones y nectarinas, en particular, eran altos. Rondaban los 1,00-1,80 € y 1,70 y más de 2,00 € por kilo, respectivamente. Jack señala que todo apunta a un buen mercado de fruta de hueso.
"No hay mucha oferta, y nos está haciendo el mejor tiempo posible". Sin embargo, espera que lleguen más volúmenes, por lo que los precios de principios de junio no se mantendrán, y menos cuando las grandes cadenas de retailers comiencen con sus promociones de fruta de verano para atraer a más clientes. "Los productos seguirán vendiéndose, pero a costa de los precios", explica Jack, señalando que cada año se hace más difícil vender melocotones en el mercado holandés de fruta de hueso.
"Los consumidores prefieren las nectarinas y los paraguayos". También ha notado que hay menos variedades de ciruela temprana en el mercado. "Ha habido varias variedades de ciruela temprana en los últimos 20 años, pero muchos de esos árboles han sido arrancados porque la fruta no sabe bien, por lo que no es lo suficientemente rentable". Jack ha descubierto que el sabor juega un papel cada vez más importante para los consumidores. "A la gente le gusta la comida sabrosa".
Indica que el mercado se está normalizando de nuevo, después del impacto del coronavirus. "Ya casi no se notan los efectos". El transporte desde el sur de Europa era el más difícil, y más caro, al comienzo de la crisis. "Anteriormente, siempre era posible obtener una carga del sur de Europa en dos días, pero eso ya no se ve muy a menudo. Sin embargo, el problema se está resolviendo", concluye Jack.
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