Las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea sobre la futura relación comercial se han estancado en un punto particular: la regulación sobre el cabotaje para los transportistas británicos en la Unión Europea. Según Bruselas, la propuesta de Londres se asemeja demasiado a las reglas vigentes y debe descartarse. Sin embargo, ambas partes no dan su brazo a torcer.
El cabotaje es el transporte de mercancías entre dos destinos de un determinado país, realizado por una empresa con sede en otro país. La UE ha endurecido recientemente las normas para combatir la competencia desleal: solo se le permite a una empresa de un Estado miembro la realización de un máximo de 3 viajes de este tipo en un periodo de 7 días. El Reino Unido también quiere acogerse a esta regulación.
Las empresas holandesas de transporte de productos frescos no están preocupadas por este nuevo punto de discordia en las negociaciones ni por la nueva normativa con respecto al cabotaje. "Nuestro modelo de logística apenas hace uso del sistema de cabotaje", dice Roy van den Berg, director de DLG Logistics. "Todos los camiones ingleses que llegan a nuestras instalaciones suelen regresar en el barco al día siguiente y las mercancías se transbordan aquí en los Países Bajos".
Las inversiones que Daily Logistics Group ha realizado anteriormente ahora ofrecen una ventaja. "El año pasado, con miras al brexit, abrimos una división británica, DLG UK, con una flota de 60 camiones en el Reino Unido, con el objetivo de dar un mejor servicio a nuestros clientes. Con una representación física en el mercado británico, intentamos reducir los costes una vez que haya entrado en vigor el brexit. Creo que con una empresa en cada mercado tendremos una ventaja".
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