El consumo de frutas y hortalizas frescas ha sufrido una fuerte desaceleración en Italia tras el período de confinamiento. En junio, el retroceso respecto al mismo mes de 2019 ha sido fuerte (-6,8%), con un volumen de ventas de 570.000 toneladas, según ha informado el Observatorio del Mercado de CSO Italy sobre la base de unas encuestas realizadas por la consultora GfK.
En junio, todas las empresas comercializadoras adquirieron menos productos frescos que en 2019, y en casi todos los casos las cifras han sido las más bajas desde 2016. Los precios de compra promedio registrados en junio de 2020 son, en cambio, los más altos de los últimos cinco años para todos los canales de compra, con los incrementos más pronunciados en el centro y el sur de Italia. El segmento ecológico también ha ralentizado su ritmo de crecimiento, pero al menos en junio igualó las cantidades del año pasado. Las compras de frutas y hortalizas envasadas, por su parte, siguieron creciendo en junio (+6%).
Los datos de junio influyeron en el balance final del primer semestre, que sigue siendo positivo, pero con un crecimiento de solo un 1% (2% para las frutas y hortalizas ecológicas). El consumo de frutas y hortalizas frescas en las familias italianas de enero a junio alcanzó los 3,1 millones de toneladas. El gasto supera los 6.300 millones de euros (+2%), y el precio medio sube un 1% (2,03 €/kg). Cada familia compró 120 kg de frutas y hortalizas en el semestre, unos 400 gramos más que en 2019, gastando una media de 244 euros por hogar, 4 euros más que el año pasado.
También las manzanas, naranjas y patatas, los productos estrella durante el confinamiento, registraron una disminución de las compras en junio, mientras que de todos los principales productos frescos de verano, incluida la fruta de hueso, los volúmenes de venta fueron inferiores a los del año pasado. Frente a esta tendencia negativa, el melón y la uva de mesa fueron las excepciones, aunque las cantidades de uvas en el mercado en el mes de junio todavía eran poco significativas. Entre las hortalizas, las patatas se mantuvieron estables, mientras que el consumo de tomate descendió.
En cuanto a los canales de venta, el semestre finalizó con un saldo positivo respecto a 2019 para el segmento de los supermercados, discounters y las tiendas de barrio. Para los mercados semanales el balance fue negativo, mientras que las tiendas especializadas se mantuvieron estables. La situación más crítica en este ya de por sí sombrío panorama de consumo de frutas y hortalizas se registró en el sur de Italia y en Sicilia.
"Desafortunadamente, los datos de junio confirman los temores y las dudas que ya habían surgido en los meses anteriores. El consumo de frutas y hortalizas en los hogares despegó durante los dos meses de confinamiento, en contraste con las fuertes pérdidas del canal horeca. Los datos de junio confirman que el crecimiento de las compras de los hogares probablemente no compensaron estas pérdidas", comenta la directora de CSO Italy, Elisa Macchi.