La temporada turca de la uva ha tenido un desarrollo complicado hasta la fecha. Si bien los volúmenes son similares, la demanda de uvas en general ha sido escasa en determinados mercados. Un exportador tiene la esperanza de poder aprovechar la situación demostrándoles a sus clientes el compromiso de la empresa incluso cuando la temporada se complica.
La temporada de la uva en Turquía está siendo activa, pero no tanto como a Eren Tarim le habría gustado. Según Coskun Eren, el gerente de marketing de esta empresa exportadora, la demanda de uvas en general ha descendido este año. "Los volúmenes en el campo parece que serán los mismos, con algunas mermas menores con respecto al año pasado. Yo diría que esto no tendrá demasiada influencia. La demanda es más lenta que el año pasado, y creo que no solo para las uvas turcas, sino más bien para todas las uvas. Sencillamente, la gente no está consumiendo tantas uvas como el año pasado. Por descontado, hay algunos picos en la escala de demanda, que sigue siendo alta en países como Alemania, Rusia, Bielorrusia y Polonia. Las protestas en Bielorrusia ralentizaron la demanda temporalmente, pero una vez finalizaron, los pedidos empezaron a llegar de nuevo".
Aunque los precios al productor son más altos, los precios para los clientes en potencia no están tan afectados. Esto se debe a que las monedas extranjeras son fuertes ahora mismo. "Los precios en el campo son en torno a un 25 por ciento más altos este año. La COVID-19 ha aumentado los costes de prácticamente todo y hay menos mano de obra, así que esta combinación tiende a elevar los precios. La moneda extranjera también ha subido un poco, así que, desde el punto de vista del cliente, los precios se han mantenido relativamente similares a los del año pasado", explica Eren.
Pese a lo complicada que está siendo la temporada, Eren está decidido a sacarle el máximo partido. En su opinión, una empresa muestra su verdadera cara en los momentos difíciles, pues la Eren Tarim se ha propuesto demostrarles a sus clientes su compromiso. "Ahora mismo todavía estamos cosechando, colocando las uvas en cámaras frigoríficas y enviando, todo a la vez. Este año estoy un poco decepcionado por la falta de demanda. Cuando la demanda es baja necesitas que el producto sea perfecto si quieres mantenerte en el mercado. Esto ha provocado que comprobemos tres veces cada producto antes de cosechar, envasar y enviar. Por eso es más difícil encontrar uvas con calidad exportadora este año. Lo mejor que se extrae de todo esto es la posibilidad de mejorar. Cuanto más difícil es la temporada, más aparentes son las diferencias entre tú y la competencia. Esta temporada ha sido todavía más dura de lo habitual. La demanda baja, unos precios altos y la necesidad de calidad máxima por parte de cada uno de los clientes ha mantenido a nuestro equipo alerta toda la temporada. Pero creo que esto demostrará nuestras capacidades y nuestro compromiso con los clientes".
"La temporada de la uva se puede dividir en dos: las uvas del campo y las uvas de cámara frigorífica. El producto puede aguantar hasta 90 días en la cámara frigorífica prácticamente sin problemas, así que la temporada se puede alargar bastante tiempo. Ahora mismo, tenemos Sultanas Seedless, Red Globe, Rezaki y una variedad de uvas negras que estamos cosechando. Las uvas del campo se acabarán hacia finales de octubre, pero ya estamos empezando a meter buen producto en las cámaras frigoríficas para venderlo hasta diciembre. Los pedidos por adelantado o las indicaciones para los programas siempre son apreciados, porque nos ayudan a saber cuánto almacenar. Normalmente, almacenamos unas 500 toneladas de uvas en las cámaras frigoríficas cada año", concluye Eren.
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Coskun Eren
Eren Tarim
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Email: coskun@erentarim.com
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