El sector del kiwi de Nueva Zelanda da empleo a 3.000 productores y 25.000 trabajadores, lo que supone un ingreso masivo para Nueva Zelanda, casi 2.000 millones de dólares el año pasado. Pero el futuro del producto clave para el éxito del país es preocupante actualmente.
El sector del kiwi dice que se tendrán que preparar para un gran golpe económico si los funcionarios prohíben un polémico producto químico utilizado para producir la fruta. Se trata de la cianamida de hidrógeno o Hi-Cane, que se rocía en las plantas para asegurar que fructifiquen al mismo tiempo.
La directora ejecutiva de New Zealand Kiwifruit Growers (NZKGI), Nikki Johnson, dice que la cianamida de hidrógeno es crucial para el sector. Por lo tanto, el sector del kiwi ha hecho todo lo posible para evitar que se prohíba el producto químico.
Las partes involucradas afirman que, en el primer año, cualquier prohibición podría costar al sector hasta 300 millones de dólares, y en diez años podría perder hasta 2.800 millones de dólares. La situación también podría causar un desempleo masivo en todas las zonas de kiwis.
"Las consecuencias podrían ser bastante devastadoras, como no poder seguir produciendo kiwis en algunas zonas, o que los rendimientos se vieran significativamente afectados", comenta Johnson a Newshub.