El coronavirus ha traído mucho trabajo a la tienda especializada y proveedor de hostelería belga Tino's Fruit, de la localidad costera de Knokke-Heist, fronteriza con Países Bajos. “La tienda ha funcionado muy bien en los últimos meses, calculo que nuestra facturación se ha triplicado. Desde el inicio de la crisis, implementamos medidas de higiene muy estrictas para que nuestros clientes se sintieran cómodos”, dice Geert Baecke. “Fruta que se tocaba era fruta que se tenían que llevar. Desinfectamos la tienda de manera continua y solo se le permitía la entrada a la tienda a 1 persona por familia. Tomamos medidas muy estrictas, pero vimos que los clientes no se molestaban y se sentían seguros en nuestra tienda”.
“Debido a que el sector horeca se cerró durante el confinamiento y a que tengo 10 chóferes en la carretera todos los días, comenzamos con la entrega a domicilio a clientes particulares. Comenzamos con cajas saludables estándar, pero después empezamos a preparar también cajas bajo pedido, según los deseos de los clientes individuales. Hemos afianzado a muchos clientes nuevos de esta manera. También hemos podido atender a nuestros clientes holandeses a los que ya no se les permitía cruzar la frontera. En tiempos de crisis hay que encontrar soluciones creativas para que todo funcione”, dice Geert.
En años normales, Tino's Fruit vende una gran cantidad de espárragos durante la temporada, pero este año la campaña de espárragos ha sido un desastre. “Este año fue un mal año para los espárragos. Es una pena, pero es lo que hay”, lamenta Geert. “Lo que nos indignó mucho es que tuvimos que dejar de vender flores. Este es un producto que a la gente le gusta llevarse además de frutas y verduras. Nosotros tuvimos que suspender la venta de flores, ya que los centros de jardinería tuvieron que cerrar como medida preventiva contra el coronavirus durante el confinamiento, mientras que a los supermercados, en cambio, se les permitió seguir vendiéndolas”.
“Desde que reabrió el sector de la hostelería, hemos podido recuperar una gran parte de la facturación que perdimos durante el confinamiento. Los restaurantes y chiringuitos de las playas de Bélgica y de la provincia holandesa de Zelanda han tenido una temporada muy exitosa. Mucha gente no ha salido de su país y ha hecho un tiempo estupendo, por lo que la campaña de verano pare el sector horeca en la costa ha sido muy positiva. Sin embargo, las nuevas medidas que ha tomado el Gobierno holandés a finales de septiembre, que permiten un aforo máximo de 30 personas en un restaurante, nos están afectando. Los restaurantes más grandes solo tienen un tercio de ocupación, lo cual significa para nosotros muchos menos pedidos”, dice Baecke.
Ahora que hay menos días soleados y las temperaturas están bajando, la demanda de productos de otoño se está incrementando. “Hay mucha demanda de setas silvestres, pero la oferta es limitada y los precios, altos. Las hortalizas de invierno como las coles de Bruselas y las chirivías también tienen demanda ahora, al igual que las manzanas y las peras. La demanda de fruta de pepita belga es muy alta. El origen de los productos es un factor cada vez más importante para los consumidores. Creo que es una tendencia muy positiva”, concluye Geert.
Para más información:
Geert Baecke
Tino's Fruit
Sluisstraat 55-57
8300 Knokke-Heist (Bélgica)
Tel.: +32 (0)50-612201
Móvil: +32 (0)475-606133
geert@tinos.be
www.tinos.be