A pesar de todos los problemas derivados del coronavirus, el mercado de las setas frescas se mantiene bastante bien, de acuerdo con Maurice Koppen, de la empresa holandesa Oakfield Champignons. “Cuando llegó la segunda ola de coronavirus, estábamos muy preocupados, pero al final los pedidos de los supermercados siguen entrando. Echamos en falta las ventas al canal horeca, pero si la gente no puede comer fuera, lo hará en casa y los hongos encajan perfectamente en la elaboración de platos caseros. Todo lo que se puede vender en el comercio retail está funcionando bien. La mayoría de los supermercados han reducido la cantidad de productos en los estantes, pero los que están, tienen una mayor velocidad de rotación".
Por lo tanto, la mayor preocupación del cultivador de hongos no está en las ventas, sino en seguir disponiendo de personal. "No hemos tenido ningún problema de mano de obra hasta ahora, pero cada vez más países están implementando restricciones de movilidad y necesitamos a los trabajadores migrantes para llevar a cabo nuestra producción".
Koppen no está tan preocupado por el inminente brexit. "Ya no van tantos hongos holandeses al Reino Unido. Antes sí era uno de nuestros mercados de exportación más importantes, pero hoy en día el mercado británico importa principalmente hongos polacos. Nosotros no hemos hecho ningún envío al Reino Unido en los últimos años".
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