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El riego permite al higo retomar el campo murciano

Las higueras han ganado terreno en la Región de Murcia en la última década, pasando de tan solo 88 hectáreas en 2010 a 112 en 2019; sin embargo, el aumento más significativo no se ha registrado en su superficie, sino en su producción, que ha pasado de apenas 300 toneladas a más de 1.500, su mayor dato en 45 años, gracias a la incorporación del riego en su producción.

La mayor parte de las higueras se producen actualmente en regadío (95 hectáreas de las 112 contabilizadas en la actualidad reciben estos aportes de agua). La mayor parte de ellas, en torno a la mitad del total, se produce en la comarca del Noroeste, al que sigue en importancia el Altiplano, con más de un tercio del total. A gran distancia se encuentran la Vega del Segura, el Campo de Cartagena, y el Valle del Guadalentín.

"En los últimos años se percibe cierto interés económico por la higuera", explica Eduardo Agüera, experto en este frutal por afición, aunque con un grado de compromiso que le ha llevado a recorrer "muchos kilómetros por Murcia, Almería o Albacete buscando y recopilando diferentes variedades tradicionales", con el objetivo de recuperar su cultivo.

"Murcia ha sido una de las zonas tradicionales de producción de higos", apunta Agüera antes de relatar la posterior disminución tanto en superficie como en producción que se ha experimentado durante las últimas décadas. Este proceso, sin embargo, parece no solo haberse detenido, sino que se está revirtiendo notablemente.

Agüera recuerda que tradicionalmente, buena parte de la producción de las higueras se destinaba al autoconsumo familiar y también para el engorde del ganado porcino, "y de hecho se plantaban variedades específicas para este fin". Con el tiempo, "al abandonarse este modo de vida se produjo cierto desinterés por este frutal", lo que contribuyó a su declive. El interés que vuelven a despertar los higos, añade, puede incrementarse todavía más "si se encuentra un método que ayude a mantener durante más tiempo las propiedades organolépticas de los frutos frescos que permita llegar a más mercados".

Agüera destacaque en algunos países de Asia, por ejemplo, "existe una auténtica pasión por los higos".

Europa también es un mercado con gran potencial para aprovechar que, asegura: "Si los consumidores alemanes supieran que cuando compran higos secos turcos están comiéndose las avispillas polinizadoras por ser variedades tipo Esmirna no creo que les hiciera mucha gracia". Frente a ellos, afirma, "en España tenemos variedades de gran calidad perfectamente competitivas".

 

Fuente: laverdad.es

Fecha de publicación: