La superficie plantada de tomate ha vuelto a reducirse en Almería y confirma la tendencia a la baja de los últimos años. El incremento de los costes de producción, el aumento de las plagas y unos precios de venta con márgenes ajustados han sido el principal detonante para que los agricultores almerienses estén apostando más por otros productos como el pimiento y el calabacín, cuyos costes de producción son muy inferiores. Hasta la semana 44, los precios del tomate, así como el del resto de hortalizas, a excepción de la la berenjena, se han mantenido altos. A partir de esta semana 45, los precios han empezado a bajar, coincidiendo con la festividad del 1 de noviembre y con el aumento de la producción por la subida de las temperaturas.
“Este año se está notando más la bajada de producción en tomate, que podría rondar el 20% respecto al ejercicio pasado, sobre todo en tomate redondo suelto. Las ventas son más fluidas al haber menos presión de oferta. En alrededor de dos o tres semanas empezarán a llegar grandes volúmenes de Marruecos al mercado y habrá más competencia”, cuenta Francesc Llonch, gerente de Gavà Grup.
“Hasta el momento, los precios del tomate rama han sido muy elevados y las especialidades de tomate han cotizado alrededor de un 30% más respecto a la campaña anterior. La excepción es el tomate redondo o bola, cuyos precios son más bajos. Este tomate es altamente producido en Marruecos y España ha perdido mucha cuota de mercado en Europa en los últimos años. Afortunadamente, a pesar de la creciente competencia, Marruecos no dispone de producciones consistentes de tomate pera, rama y otros tipos de tomate, así como en otros productos como el pimiento y el calabacín, por los que España todavía tiene el dominio”, afirma Francesc Llonch.
De acuerdo con el productor y comercializador, aunque la producción de calabacín y pimiento ha crecido este año, los precios han sido superiores respecto a la campaña pasada.
“Esto debe ser la lógica del COVID-19. Podría ser comprensible en tomate, al haber menos oferta, pero en el resto de hortalizas, así como en pepino, no hay una explicación concreta. Solo la berenjena tiene precios más bajos. La primera ola de la pandemia nos pilló a finales de temporada. Esta segunda ola viene en plena campaña de otoño/invierno y va a ser muy diferente. Con esta incertidumbre, hemos decidido reducir un poco la producción de nuestra especialidad de tomate Monterrosa, cuya oferta y demanda mantienen hasta ahora un buen equilibrio”.
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