Hace poco más de una semana, la Asociación de Productores de Patatas del Noroeste de Europa (NEPG) pidió una reducción de la superficie de cultivo de al menos un 15% para la temporada 2021-2022, como una medida de emergencia para atajar las consecuencias del coronavirus, incluido el cierre del sector horeca. Pero ¿esta medida de emergencia realmente mitigará estas consecuencias? ¿Cómo de realista es la propuesta de la NEPG?
Países Bajos: haría falta una reducción de la superficie cultivada
El sector holandés es muy reacio a hacer comentarios sobre la petición de la reducción de superficie. Keimpe van der Heide, miembro de la junta de la Unión Holandesa de Cultivos Arables (NAV) y presidente de la Organización de Productores de Patatas de Consumo (POC), sí compartió su reacción y valoró el consejo de la NEPG como muy sensato. "Nuestros cálculos también muestran que sería positiva una disminución del 15% en la superficie cultivada. Al final de la temporada 2019/20, las patatas se vendieron por 3 o 4 céntimos. Estos precios no benefician a nadie. Ciertamente espero que la superficie se reduzca, aunque queda por ver si la contracción realmente llegará al 15%. Una disminución de tal envergadura sin duda tendría un impacto significativo en los ingresos de los productores, pero el cultivo de patatas que solo lleva a pérdidas tampoco tiene sentido. Una contracción de la superficie del 15% no garantiza la reactivación del mercado, pero sí aumenta las posibilidades de que se produzca. En realidad, lo que más determina la cosecha son las condiciones meteorológicas, las cuales el productor obviamente no controla, al contrario de la superficie. Y posiblemente los altos precios de los cereales este año nos echen una mano".
Bélgica: misma situación que Países Bajos
Según Geoffrey Delbaere, de la empresa comercial belga Warnez Potatoes, una contracción de la superficie cultivada del 15% sería deseable. “Las patatas se siembran en febrero-marzo y, en ese momento, las consecuencias tan graves que traería el coronavirus aún no se podían prever. Unas semanas después, el mercado de las patatas industriales colapsó. Debido al cierre de la hostelería y la cancelación de eventos importantes, la oferta de patatas fue mucho mayor que la demanda y los precios cayeron. Todavía no nos hemos librado del virus, lo que hace que sea una decisión de sentido común limitar la superficie”.
“Warnez suministra el 95% de sus patatas al sector retail y este mercado incluso está creciendo por el mayor consumo de patatas en casa. Por tanto, la superficie cultivada de patatas de mesa no disminuirá en la próxima temporada. La propuesta de la NEPG está más dirigida a los productores que cultivan patatas para la industria procesadora, aunque también será necesaria una disminución de los volúmenes de patatas de mesa destinadas a la restauración. Notamos que a veces se mezclan los mercados de la patata fresca y de procesamiento; las patatas para freír que no se pueden vender a la industria procesadora terminan en el mercado libre, lo que hace que bajen los precios. Nosotros y otras empresas trabajamos en gran medida sobre la base de contratos con nuestros productores, por lo que estos precios bajos tienen un gran impacto en el mercado libre”, dice Geoffrey.
Alemania: la contracción de la superficie es necesaria, pero solo de alrededor del 10-12%
Por su parte, Karl-Josef Dammer, gerente de la empresa comercial de patatas alemana Weuthen, no está en desacuerdo con la reducción del cultivo de patata europeo en estos tiempos de crisis, pero matiza. “La demanda volverá igual de rápido que ha desaparecido. En realidad, estamos hablando de patatas que se cosecharán a partir de julio de 2021. Actualmente es difícil de estimar cómo estará la situación del coronavirus en ese momento. Esas patatas además serán las que necesitaremos hasta el verano de 2022. Por eso me pregunto si este es el consejo adecuado”.
Dammer también está convencido de que la superficie se reducirá el próximo año incluso sin esta medida rigurosa. “Los productores de áreas que están muy alejadas de la industria de procesamiento, como en los estados federados de Hesse, Baja Sajonia y en el este del país, reducirán la superficie cultivada el próximo año”. Estos productores dependen mucho del comercio diario, el cual ha tenido precios muy decepcionantes durante los dos últimos años.
Una reducción de la superficie del 15% no es la mejor opción, según Dammer. “En Renania del Norte-Westfalia, los Países Bajos y Bélgica, es difícil aplicar tal contracción. En nuestra opinión, es necesaria una reducción de la superficie, pero alrededor del 10-12%”.
Francia: reducir la superficie cultivada resulta complicado
A pesar de que la industria de la patata se enfrenta a varios desafíos, debido al primer confinamiento de marzo y el segundo desde finales de octubre, el mercado de la patata de consumo sigue siendo razonablemente bueno. Los precios son correctos, porque el consumo está a un buen nivel, aunque podrían ser mejores. Aunque los dos mercados están vinculados, el mercado de las patatas de consumo ha sorteado la crisis por el momento. Además, con el invierno a la vuelta de la esquina, el consumo en Francia volverá a aumentar, al igual que las exportaciones. Para los productores de algunas regiones de producción en Francia, como en la Champaña, una región fuertemente enfocada en las patatas de consumo, reducir la superficie sería complicado, ya que esto significaría una pérdida demasiado grande de beneficios. Por lo tanto, el consejo de la NEPG de reducir la superficie cultivada para el próximo año en un 15% no será seguido por todos los productores. Dependerá de la situación y del mercado de destino.