"En los supermercados, la fruta congelada sigue ganando adeptos y su consumo está creciendo en todo el mundo", dicen Carlo Trevisan y Nicola Borgatti, de la división Congelados del grupo italiano Mazzoni Group. “El año 2020 ha estado afectado por la pandemia. Nuestras previsiones eran de fuerte crecimiento, pero al final nos asentaremos al nivel de los años anteriores, lo que no es un mal resultado, dada la situación".
Carlo Trevisan, Nicola Borgatti y Alessandra Maestri
El canal horeca, que incluye heladerías y pastelerías, sufrió una fuerte caída, compensada por una mayor demanda de la industria y los supermercados. El año pasado, esta división de Mazzoni vendió 13.000 toneladas de productos, de las cuales más del 20% se procesó en la propia fábrica.
"Hemos recibido gran interés en nuestros productos desde el exterior, por ejemplo desde Francia, especialmente en las bolsas de fruta congelada para la gran distribución. En este segmento, hemos renovado las líneas y las referencias actuales son la mezcla de berries, las fresas, las frambuesas y la mezcla tropical, todo ecológico. En el segmento convencional tenemos la mezcla tropical, el ruibarbo y arilos de granada", continúan los dos responsables.
Para obtener fruta congelada de calidad, es necesario trabajar con variedades que sean aptas para la congelación, con alto contenido de materia seca, predisposición al corte y alto Brix.
"Como división de congelados, nos estamos enfocando cada vez más en productos de alto nivel que permitan mayores márgenes. En 2021 lanzaremos una línea de pulpas para mermeladas de alta gama", concluyen los responsables.
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