Aunque hay un poco menos de ajetreo que en las semanas anteriores, las exportaciones de cebolla siguen yendo bastante bien. "Al comienzo de la temporada había cierta incertidumbre, pero hasta ahora los envíos no son nada decepcionantes", dice Eric Moerdijk, de la empresa clasificadora y envasadora de cebollas holandesa Monie.
"Las perspectivas hasta final de año también son buenas. Senegal es un destino garantizado hasta diciembre. No digo que vayamos a seguir exportando entre 35.000 y 40.000 toneladas semanales, pero sin duda lograremos mantener volúmenes de entre 25.000 y 30.000 toneladas, que sigue siendo una buena cantidad".
Según Eric, no hay problema para conseguir suficientes cebollas. "Con un precio en origen de 20 céntimos por entrega directa, muchos productores se inclinan a despachar su producto. Esos 20 céntimos siguen siendo una especie de límite psicológico. Se pueden encontrar suficientes lotes de buena calidad, aunque este año la calidad está siendo y seguirá siendo muy variable. Con los volúmenes de exportación actuales, no nos podemos permitir el lujo de perder mucho tiempo en una clasificación trabajosa".
"El problema en este momento es que ya se han despachado muchas cebollas rojas de pequeño calibre. Actualmente es difícil entregar los lotes de cebollas más pequeñas según la demanda. Lo que ayudaría es que los pedidos del calibre 40-60 se reemplazaran por el de 50-70, pero claro, para ello hace falta que los compradores estén de acuerdo".
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