Si bien el granado es un cultivo minoritario en comparación con otros de gran consumo como los cítricos o frutales de hueso, su superficie se ha incrementado en todo el mundo al igual que su demanda que todavía tiene mucho potencial debido a sus propiedades beneficiosas para la salud, que le confieren el atributo de superalimento. Las nuevas variedades dulces y rojas pueden jugar un papel importante para que el posicionamiento de la granada siga en aumento.
“Llevamos años apostando por la multiplicación de plantas de granado, con el objetivo de ser un vivero de referencia”, cuenta Rosa Hernandorena, directora comercial de la empresa valenciana Viveros Hernandorena, que mantiene una superficie de 100.000 plantas de granado para las próximas dos campañas de granada. Queremos mantener un alto volumen de plantas por campaña, siendo de los viveros que más producen en Europa. Si las plantas no se venden en un año, pueden continuar un ciclo más su cultivo en campo para la siguiente campaña, gracias a nuestras técnicas de cultivo y preservación”.
De acuerdo con la representante de este vivero, aunque la crisis de precios del año pasado provocó un estancamiento de las ventas, este año el granado está volviendo a despertar interés entre los agricultores. “En España, los agricultores se mantienen cautos y continúa habiendo relativamente poca inversión, mientras que los pedidos para exportación, sobre todo en ecológico, están aumentando, pues ocupan el 80% de nuestras ventas. Estamos enviando plantas a Portugal, Italia, Francia y países del norte de África”.
A la izquierda, granada Iliana. A la derecha, planta preparada para ser plantada
Viveros Hernandorena cuenta así para esta campaña con 6000 plantas de la variedad Mollar, 16.000 plantas de Acco y 25.000 de Wonderful, variedades tradicionales y más conocidas. El año pasado introdujo además las nuevas variedades liana®, de la que posee 16.000 plantas y Rugalate®, que con 60.000 plantas en stock, se ha convertido en su mayor apuesta.
“La obtención de la licencia de multiplicación y comercialización de las variedades híbridas liana & Rugalate por parte del Instituto Valenciano de Investigación Agraria (IVIA) nos abren una ventana con muchas oportunidades en el cultivo de granado. Al ser la primera campaña que introdujimos estas variedades, fue algo más complicado el año pasado, pero este año estamos teniendo ya una demanda significativa, a pesar de que, debido a las restricciones por la pandemia, no nos están permitidas las visitas guiadas por nuestros campos experimentales, aunque seguimos enviando muestras de fruta a los productores que nos las solicitan para darlo a conocer”, recuerda Rosa Hernandorena.
De acuerdo con la comercial de esta empresa, liana® se asemeja mucho a las características de la variedad Acco, aunque mejora su calibre. Por otro lado, Rugalate® adopta las mejores virtudes de la tradicional Mollar, de sabor dulce y de semilla blanda, y el color rojizo y atractivo de la variedad Wonderful. “Rugalate va a cubrir un hueco comercial interesante en granada roja tardía, además de ser dulce, toda una novedad en variedades rojas”, afirma Rosa Hernandorena.
El éxito de este vivero está en sus métodos de producción. La compañía utiliza el protocolo “Guided just in time”, de modo que la planta no crezca de forma arbustiva- como se ha hecho tradicionalmente-, sino guiada con un tutor para conferirle más rectitud, homogeneidad y mayores ventajas sanitarias en la producción.
Nos basamos en producir el plantón de granado desde el esqueje, con material vegetal cortado en nuestro campo de planta madre controlado, colocando el tutor guiado en la primera primavera. Como son plantas de raíz desnuda, la planta se arranca cuando está en periodo de latencia y se comercializa cuando está dormida. Plantamos en los meses de diciembre, enero, febrero y ahora también podemos alargar expediciones hasta marzo y abril, gracias al protocolo de frío en cámara. Uno de los factores más importantes en los nuevos proyectos de plantación de granado que llevamos a cabo es también el sistema israelí de apoyado con estructura e hilos que, aunque puede ser algo más costoso de inicio, permite obtener una mejor calidad de los frutos, mayor productividad y una reducción considerable del destrío.
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Rosa Hernandorena
Viveros Hernandorena
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