El precio del banano ecuatoriano ha registrado una rápida escalada los últimos días como consecuencia de la merma en la producción hondureña generada por la depresión tropical Eta, que dañó en el país unas 10.000 hectáreas de cultivo. El martes la caja de fruta se cotizaba hasta en 7,30 dólares –aunque hay reportes de ofertas de exportadores de hasta 8 dólares– y solo un día después ese valor había ascendido a 7,50 dólares en algunas zonas de la provincia de Los Ríos, Guayas y El Oro.
“Esto nos ayudará a recuperar lo que hemos perdido desde la semana 10 hasta la 43”, señala Víctor Haón, productor de la zona de Valencia.
De acuerdo con los exportadores, se estima el precio no volverá a bajar hasta dentro de entre cuatro y seis meses, el tiempo necesario para que las plantaciones afectadas puedan recuperarse. Aunque todo dependerá de la afectación total que tengan los demás países proveedores de banano de Centroamérica, entre ellos Nicaragua y Guatemala, y del impacto que pueda tener la COVID-19 en el consumo mundial, en especial en Estados Unidos, la Unión Europea y Asia.
El beneficio adicional que se tenga por esta situación temporal servirá para el pago de deudas adquiridas y para mejorar la infraestructura de las plantaciones, las cuales ayudan a subir los rendimientos promedio por hectárea, señala.
De hecho, para Haón, la productividad es clave para una mayor rentabilidad en el sector. En los últimos doce meses los nuevos sistemas de producción han mejorado la cosecha en la misma superficie. En esa zona bananera, el uso de productos derivados de la lombricultura y el mejoramiento de suelos, combinados con labores de campo tradicionales y planes de fertilización convencionales, más el control de la sigatoka de forma orgánica, han logrado resultados.
Fuente: expreso.ec