En 2016, la productora de hortalizas canadiense Nature Fresh Farms estableció un centro de producción en su mercado más importante, Estados Unidos. En Delta, Ohio, la empresa ahora produce tomates todo el año en 18 hectáreas de invernaderos, en parte bajo luz artificial. El sistema de tratamiento de aire AVS, de Van Dijk Heating, juega un papel clave en la climatización, una tarea difícil debido a las extremas influencias del tiempo. El gerente de cultivo Octavio Pérez Rodríguez no querría trabajar sin él.
El gerente es un veterano en el cultivo de tomates. Comenzó su carrera en un vivero de baja tecnología en México. A partir de 2008, comenzó a trabajar con cultivos de alta tecnología en diferentes partes de los EE. UU. Y ahora trabaja para Nature Fresh Farms en Ohio, donde los veranos templados y los inviernos duros determinan el ritmo de la producción. Además, la diferencia entre las temperaturas diurnas y nocturnas también puede ser drástica.
Las herramientas adecuadas
En circunstancias como estas, no es fácil producir tomates de alta calidad de manera eficiente y sostenible. Pero eso es exactamente lo que Octavio ha logrado hacer por tercer año consecutivo. "Es un trabajo difícil, pero con las herramientas adecuadas se puede producir muy bien aquí", dice. "Produje tomates en un invernadero semicerrado con tratamiento avanzado del aire en California, y trabajé en 17 hectáreas de cultivos iluminados artificialmente en Maine durante un par de años. Esa amplia experiencia me fue útil cuando vine a trabajar aquí en 2018".
Desde entonces, Octavio ha descubierto que el AVS (sistema de ventilación activa) le da exactamente el conjunto de herramientas que necesita para climatizar de manera eficiente en términos de energía, independientemente de la estación. La unidad AVS tiene una válvula mezcladora que aspira el aire exterior y/o interior y lo envía hacia el invernadero a través de mangueras de plástico bajo las canaletas de cultivo por medio de un bloque de calefacción central. El aire exterior relativamente seco reduce el contenido de humedad del aire en el interior del invernadero, y el bloque de calefacción central eleva eficazmente la mezcla de aire hasta la temperatura de entrada deseada.
Octavio Pérez Rodríguez
Un cultivo más activo
"Fui con mucho cuidado los primeros meses, pero pronto me di cuenta de que podía sobrepasar los límites con este sistema", explica el mexicano. "La combinación de aire seco de entrada y la circulación continua de aire crea un clima en el que las plantas transpiran y se desarrollan más activamente. Eso también permite hacer un mejor uso de otros sistemas, como la luz y las pantallas. Lo descubrí enseguida en mi primer invierno, que fue muy duro".
Varias personas instaron a Octavio a tener cuidado, ya que el sistema podría congelarse a temperaturas inferiores a -20 °C. "Según mis colegas, sería arriesgado introducir aire del exterior", continúa. "Pero Joek van der Zeeuw, de Van Dijk Heating, me dijo que un cliente de Alberta, Canadá, estaba usando el sistema a -24 °C sin ningún problema. Y esa ha sido mi experiencia también. En cuanto las circunstancias lo permitan, me gustaría visitar a ese productor para compartir nuestras experiencias".
Control de la humedad
Para lograr una climatización adecuada para una producción activa, Octavio apunta a un déficit de humedad de 6-10 g/m³. Eso significa que se pueden añadir de 6 a 10 gramos de agua extra a un kilogramo de aire (a través de la transpiración del cultivo) antes de que se alcance el punto de saturación. Con una capacidad de ventilación de 10,6 m³/m²*h, el AVS es capaz de manejar esos niveles.
"Este sistema ayuda especialmente en las últimas 6 horas del fotoperíodo, creando condiciones que no se pueden replicar en otros momentos del día", explica Octavio. Durante esas últimas seis horas obtienes altos niveles de CO2, suministro constante y estable de luz, temperatura óptima para la fotosíntesis y, por supuesto, una humedad óptima. "Eso mantiene la transpiración de las plantas con facilidad, y al poder controlar el clima hemos reducido en gran medida la presión de las enfermedades", continúa el encargado del cultivo. "Ya no tenemos Botrytis o moho, como en mi primer año. Además, debido a que el aire se mueve, el clima es mucho más homogéneo, lo que también mejora la salud de las plantas y reduce los daños de plagas y enfermedades. El número de tratamientos para controlar las enfermedades fúngicas ha disminuido considerablemente debido a una mejor climatización en la parte baja de la cubierta y ha reducido el impacto negativo de las aplicaciones de los productos químicos en los últimos dos años y medio, y sin embargo, hemos visto menos daños y estamos produciendo más que en la primera temporada".
Sistema de éxito
Según el encargado del cultivo, las unidades AVS facilitan la creación y el mantenimiento de condiciones óptimas de cultivo, por lo que ahora utiliza mucho menos las ventanas de ventilación. El invernadero retiene más calor y CO2, y la pantalla de energía puede dejarse cerrada por más tiempo. Por lo tanto, producir de esa manera utiliza menos energía que sin un sistema de tratamiento de aire comparable. "Hasta ahora, la producción ha subido durante dos temporadas seguidas, y parece que está sucediendo lo mismo este año. Para mí, obviamente se debe a la ventilación activa, que hemos estado usando cada vez más eficazmente. El sistema funciona muy bien en este clima, así que no me importa si este invierno es duro, porque es cuando se saca el máximo provecho del AVS".
Para más información:
Van Dijk heating
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