La demanda de clementinas españolas está repuntando a pocos días de las celebraciones de San Nicolás en varios países del centro y norte de Europa, época en la que tradicionalmente no suelen faltar estas frutas en las mesas. Por otro lado, la demanda de naranjas se mantiene más estable, con menos oscilaciones.
Según fuentes del sector en España, la campaña de cítricos no está cumpliendo las expectativas que había tras un final de campaña con más demanda que oferta y precios tan elevados. “Este verano, muchos comercios empezaron a comprar producto antes de lo habitual esperando que volviese a pasar lo mismo que a finales de la pasada campaña, es decir, que hubiese una alta demanda por el efecto COVID-19”, recuerda un comercializador valenciano.
“Con tal de evitar quedarse sin producto, muchos exportadores han pagado altos precios por la fruta en campo, pero lo cierto es el mercado no ha respondido como se esperaba. Es cierto que tenemos algo más de fruta de lo que habíamos previsto, pero tampoco es motivo para que los precios estén tan bajos. Está siendo realmente difícil introducir la fruta en el mercado a precios aceptables, acorde a lo que se ha pagado en el campo”, señala. “Está siendo una campaña complicada. Cabe recordar, además, que los costes de producción y manipulación son más altos a raíz de la pandemia. Necesitamos más turnos que antes para asegurarnos que los trabajadores guardan las distancias de seguridad”.
En estos momentos se está recolectando y comercializando principalmente Clemenules y empieza a haber disponibilidad de Clemenvilla, mientras que en el grupo de las naranjas, predomina la Navelina, de la cual se espera que haya suministro hasta principios de enero.
A partir de finales de enero se espera que los precios de los cítricos mejoren en los mercados europeos, ya que además de mandarinas protegidas con oferta más limitada, es una época en la que puede enviarse más naranja a ultramar. Este año, a diferencia del anterior, en el que hubo serias complicaciones para exportar a mercados como China por la irrupción del coronavirus, se prevé que vuelvan a repuntar los envíos a mercados terceros y que esto ayude a equilibrar la oferta y la demanda en Europa. Aunque los exportadores españoles no pierden de vista a los cítricos de Egipto, cuyas ventas siguen expandiéndose en todo el mundo.