El mejor amigo del hombre trabajará en primera línea de la bioseguridad para proteger al sector citrícola australiano, en un primer ensayo nacional. Aunque parecía que no era posible querer más a los perros, los canes serán entrenados a principios del próximo año para poder detectar con el olfato la destructiva enfermedad del cancro de los cítricos. Pero a diferencia de sus contrapartes en los EE.UU., los perros detectores de Australia deben aprender su oficio con un señuelo artificial.
Alex Fulton, científico del proyecto, expresa que es la primera vez que se creaba un señuelo artificial para una enfermedad bacteriana de las plantas en Australia y que hay muchos beneficios.
"Lo bueno de un señuelo artificial es que se puede replicar una y otra vez, con una fórmula consistente", comenta.
También se prefiere un señuelo artificial debido a que permite:
- producir en masa y a gran escala señuelos con olor
- limitar la aparición de "olores que interfieren" del material vegetal infectado
- entrenar perros detectores en ausencia de la enfermedad o la disponibilidad del patógeno
También permite realizar pruebas de campo sin ningún riesgo de propagación de la enfermedad o de daño potencial a un perro detector.
La creación del señuelo llevó unos seis meses e incluyó experimentos para identificar los compuestos y los productos químicos, así como tiempo para que los químicos de la Facultad de Ingeniería, Informática y Medio Ambiente de la Universidad Charles Darwin lo mezclaran en un líquido para su aplicación.
Las emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COV), cruciales para replicar el olor del cancro de los cítricos, se recogieron en tres experimentos que incluían plantas vivas infectadas con enfermedades, desarrollo de bacterias y de hojas infectadas individualmente.
Se ha iniciado un proceso de adquisición para obtener dos perros detectores y un adiestrador para realizar pruebas. Se han establecido contactos con varios organismos para evaluar su interés y capacidad de suministro. A continuación se llevará a cabo un proceso de licitación para ofrecer un proceso justo y abierto a todas las partes interesadas.
Los labradores suelen ser la raza preferida, debido a su concentración, versatilidad, temperamento firme y fuerte instinto de caza. Sin embargo, otras razas pueden ser adecuadas como los springer spaniels utilizados en Nueva Gales del Sur para detectar Hieracium, y el malinois belga utilizado en los EE. UU. para detectar la enfermedad del citrus greening, según Alex.
"Tenemos un plazo de cuatro a seis semanas para entrenar a los perros", continúa Alex. "El primer ensayo será de identificación de olor puro, donde el adiestrador constantemente le presenta al perro el olor deseado, para que asocie el olor con una recompensa".
Financiado por el Gobierno australiano, Alex comenta que la ventaja de usar perros detectores es que pueden detectar la enfermedad antes que los humanos (antes de que los síntomas sean visibles), y cubrir una zona más grande en las fincas.