De acuerdo con datos del Informe de Previsiones Agrarias en la UE en 2020-30 publicado recientemente por la Comisión Europea, se prevé que la producción europea de manzanas se mantenga estable en los próximos 10 años, en 11,8 Mt, con rendimientos crecientes pero en una superficie menor. Las exportaciones comunitarias van a descender en un 19% hasta los 1,2 Mt. No obstante, se espera un incremento del consumo (+1% hasta los 15,7 kg) como consecuencia de la conciencia por la salud y de las nuevas variedades que se correspondan mejor con las preferencias de los consumidores.
En cuanto a los melocotones y nectarinas, se espera que la producción se mantenga estable de aquí a 2030 en 3,6 Mt. Se espera que el consumo disminuya en un 9% en la próxima década, hasta los 6,2 kg, debido a la menor disponibilidad y la competencia de otras frutas tropicales y de verano. Las exportaciones deberían aumentar, especialmente para los melocotones procesados, gracias a la creciente demanda mundial.
Según el informe, se prevé que la producción de naranja de la UE crezca ligeramente (+0,6%) gracias a los aumentos de rendimientos, hasta los 6,5 Mt. España con el 52% de los naranjos e Italia con el 27%, son los principales productores. Se espera que los consumidores prefieran las naranjas frescas y el jugo fresco sobre los concentrados, lo que provocará una disminución de la demanda de naranjas para procesamiento. Las importaciones de la UE deberían aumentar para cubrir eventuales brechas de la demanda.
Por último, se estima que la producción de tomates frescos de la UE disminuirá en los próximos 10 años como resultado de la fuerte competencia internacional, el cambio climático, las plagas y el aumento de la demanda de variedades de menor tamaño, lo que provocará una disminución del volumen pero un aumento del valor añadido. Se espera que la producción se mantenga estable en los grandes países productores, salvo en España –el principal productor–, donde la producción podría caer hasta un 20% en la próxima década por la menor superficie, la competencia de países terceros, la falta de agua y la baja rentabilidad. El consumo de tomates procesados debería permanecer estable durante el período de las perspectivas, con un cambio similar hacia productos de mayor valor añadido.
Fuente: agrodigital.com