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Vuelven a arrancarse plantaciones por la falta de rentabilidad

Va terminando la campaña de kaki español con precios que no compensan la caída de producción

La campaña de kaki está casi terminando en España, antes de lo habitual, teniendo en cuenta que la producción ha caído alrededor de un 50% respecto a la cosecha del año previo por la influencia de la climatología y la creciente incidencia de plagas y enfermedades.

"Muchos comercios ya han terminado. Calculo que queda todavía por comercializar alrededor de un 10% del total de la cosecha", cuenta Pascual Prats, presidente de la Asociación Española del Kaki. "Además, as abundantes lluvias de este año no permiten que la fruta tenga las condiciones necesarias para guardarla en las cámaras durante mucho tiempo", añade. 

De acuerdo con el representante de esta asociación, aunque los precios han sido más altos que la campaña anterior, con una media de unos 33 céntimos el kilo, no se espera que haya beneficios para muchos de los productores y comercios. "La pérdida de volúmenes este año es demasiado alta y los precios no pueden compensar esto. En la mayoría de casos creo que la rentabilidad estará comprometida, aunque las cifras exactas las sabremos cuando las cooperativas y sociedades agrarias de transformación lleven a cabo las liquidaciones a sus socios productores".

Pascual Prats recuerda que a pesar de que ha habido una disponibilidad de producto limitada, la demanda ha sido muy inestable e imprevisible y se ha visto afectada por la crisis de la COVID-19. "Este año las peores semanas en cuanto a demanda y precios han sido la segunda y la tercera de diciembre, que suelen ser las mejores de la campaña. La incertidumbre por la creciente ola de contagios en las últimas semanas en toda Europa ha repercutido claramente en la tendencia de compra".

De momento, ya hay agricultores que están abandonando o arrancando sus plantaciones de kaki. "Están empezándose a arrancar algunas parcelas ante la consecución de varias campañas difíciles y parece que esta tendencia se acentuará en los próximos meses". Según algunos viveros del sector, las ventas de plantas de kaki están completamente paradas en España, aunque sí se exportan a otros países donde aumenta su superficie, como Italia, Francia, Uruguay, Azerbaiyán o Perú.

Recientemente, Perú ha dado luz verde a las importaciones de kaki español. El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego del Gobierno de Perú (Midagri) autorizó las importaciones de kaki español sometido a tratamiento de frío. "Ampliamos así las posibilidades de exportación fuera de Europa. Este año todavía no hemos podido exportar porque entre otras razones, la producción ha sido muy limitada, pero esperamos poder realizar exportaciones la campaña próxima, una vez se hayan verificado los tratamientos de frío. Para la campaña que viene también esperamos poder realizar más envíos a ultramar ", concluye Pascual Prats.