La borrasca Filomena ha dejado tras de sí un panorama invernal más propio de los países Escandinavos con abundantes lluvias, nevadas y temperaturas bajo cero en distintos puntos de España. Si bien las hortalizas están entre los productos más afectados por este temporal, no parece estar causando un impacto significativo en la producción de clementinas y mandarinas en las principales zonas productoras. Aún así, se mantiene la alerta por heladas para esta semana.
“La fruta no está viéndose perjudicada, de momento, aunque después de varios días de lluvias se nota una menor saturación en los mercados y una subida de demanda motivada por las bajas temperaturas”, explica José Ramón Mechó, gerente de la empresa castellonense Agribur, especializada en la comercialización de clementinas y mandarinas con hoja.
Esta semana se está dando el cambio de la primera a la segunda fase de la campaña de cítricos. “Aunque todavía hay disponibilidad de Clemenules, la variedad más cultivada en España, empiezan a escasear ya sus volúmenes, mientras que ya hay producción de Clemenvilla y aunque ya están haciéndose algunas ventas, será a partir de la semana que viene cuando empezará a haber oferta de Nadorcott y Tango”, cuenta el exportador, quien añade que los calibres de las variedades de media estación y tardías apuntan a ser mejores en comparación a los de Clemenules.
La primera fase de la campaña española de cítricos no ha satisfecho las expectativas que el sector tenía para este año, basándose en los resultados del final del ejercicio anterior por el efecto del coronavirus. “Este mes será clave para ver cómo se desarrollará la segunda mitad de campaña, aunque somos optimistas”, concluye.
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José R. Mechó
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