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Kees Havenaar, de Frutas Luna, sobre el coronavirus, el “brexit” y Filomena:

"Parece que las cosas empiezan a calmarse en el mercado de hortalizas españolas después de un mes absurdo"

"El mes pasado ha sido una locura", suspira Kees Havenaar, de la empresa exportadora almeriense Frutas Luna, quien hace el balance de un mes en el que el coronavirus, el brexit y la borrasca Filomena han sacudido el comercio de hortalizas españolas. "Mientras tanto, las cosas parecen haberse calmado".

"Todo empezó con la aparición de una mutación del coronavirus en Reino Unido, obligando al Gobierno británico a imponer otro confinamiento. En un primer momento, los camiones no podían entrar a la isla ni regresar de ella, quedando paralizados primero en Calais y luego en Dover. La situación no fue nada fácil, ya que los camioneros llegaron a destino con un retraso de tres días, y luego necesitaron otros diez días para volver a casa. Todo eso sucedió mientras aquí se producía una huelga de los trabajadores de las plantas e manipulación", recuerda Kees.

"No hay mal que por bien no venga, ya que el producto holandés empezó a escasear por la alta demanda, lo cual condujo al inicio de un ligero aumento de precios. Cuando las ventas volvieron a fluir y los primeros camiones regresaron a la base, ya estábamos inmersos en el brexit. Los camiones tenían que pasar por la oficina de aduanas en España, con el consiguiente retraso de unas 12 horas, el Reino Unido quedó desabastecido y nuevamente los almacenes en Países Bajos se vaciaron por la alta demanda de sus productos frescos, provocando una vez más el aumento de los precios".

"Cuando el mercado finalmente empezó a estabilizarse, ya estaba aquí Filomena. La borrasca causó muchos retrasos debido a las fuertes nevadas en el centro y noreste de España. Aquí en el sur no hubo nieve, pero sí que llovió mucho. En todas partes las temperaturas cayeron a por debajo de 0 ºC", explica el holandés, quien vive y trabaja en España desde hace años.

"Las verduras de hoja escasearon y las berenjenas alcanzaron precios récord, ya que por el frío solo se recogen 300 g/m² por semana. Los calabacines se congelaron en Níjar y los pepinos, que llevan meses sin ser rentables por la gran oferta, ahora casi han terminado su ciclo, sacando las plantas poca producción en estos momentos", resume Kees.

"Afortunadamente, la actividad en los pasos fronterizos de Calais y Dover parece volver a la normalidad. Mientras tanto, el brexit es un hecho y Filomena está en las últimas. Ahora queda 'solo' ese maldito coronavirus y los consiguientes confinamientos. Por tanto, parece que las cosas han vuelto a calmarse en el mercado de las hortalizas, cuyo resultado es... una caída de los precios".

Para más información:
Kees Havenaar
Frutas Luna
Tel.: +34 950178653 
kees@frutasluna.com 
www.frutasluna.com 

Fecha de publicación: