La climatología está dominando una vez más el desarrollo de la actual campaña hortícola en los invernaderos de Andalucía oriental. Tras un arranque complicado en el que las temperaturas cálidas en todo el continente permitieron prolongar las campañas europeas y un otoño inusualmente templado que disparó los volúmenes de algunas hortalizas como los pepinos –y que lastraron los precios hasta el punto de que se decidió eliminar el 30% de la producción para estabilizarlos–, ahora las plantas han sufrido el golpe del frío asociado a la borrasca Filomena, que ha ralentizado la producción de hortalizas. Esta situación se ha traducido en un descenso de la actividad en el sector y un aumento en el precio de las distintas referencias.
“La oferta está limitada, sobre todo en berenjena, pepino y calabacín”, confirma Ginés González, gerente de la empresa almeriense Hortisol. “Aquí no ha nevado, pero estas tres hortalizas son productos a los que el frío les afecta y paralizan su producción. En ellas son en las que más se ha notado la subida de los precios por la falta de producto”. De acuerdo con Ginés, las bajas temperaturas han provocado que los volúmenes hayan caído en torno a un 50% respecto a los que había las semanas anteriores.
En las distintas subastas de la provincia de Almería se alcanzaron precios exorbitantes que, en el caso de la berenjena, llegaron a sobrepasar los 4 €/kg, o los 3€ para el kilo de calabacín, superando con creces los valores que registraron las mismas semanas del año pasado. “Por supuesto, ese precio lo ha habido en la subasta”, especifica Ginés. “Los precios pactados para los programas que estaban cerrados se han respetado. Ha habido muy poco producto para el mercado libre, ya que prácticamente toda la producción se ha ido a las cadenas de supermercados a través de los programas ya comprometidos. Y aun así, faltaba volumen”, subraya. De hecho, se ha notificado el desabastecimiento de hortalizas en diversos supermercados de Reino Unido, Bélgica o Países Bajos como consecuencia de la caída de la producción en España, principal proveedor de hortalizas de Europa en la temporada de invierno.
Pimientos y tomates. "Podría haber un hueco en tomate entre marzo y abril"
Ambas hortalizas, escapando a las marcadas fluctuaciones que han experimentado los pepinos, calabacines o berenjenas, han mostrado una estabilidad relativa durante este periodo a pesar de haber sufrido también las consecuencias de la borrasca y la ola de frío.
“En pimiento, los precios son más estables, aunque quizás están tendiendo un poco a la baja. En el campo hay pimiento para cortar y no ha sufrido ningún problema por el frío, pero sí por la lluvia, ya que, aunque estemos bajo plástico, no estamos cubiertos al 100% y llega un momento en el que no podemos trabajar en los invernaderos. Eso ha hecho que falte, en conjunto, entre un 40 y un 50% del volumen de trabajo”, recuerda Ginés. “En cuanto a tomate, también falta volumen porque la maduración se ha ralentizado. Antes, el agricultor pasaba por cada planta para recolectar todas las semanas, y ahora está pasando cada dos semanas”, señala el gerente de Hortisol.
No obstante, el tomate es un cultivo cuya superficie parece mostrar una tendencia decreciente en la provincia, en favor de la producción de otras referencias, como los pimientos. Como explica Ginés, “el cultivo de tomate precisa de más mano de obra que otras hortalizas. Además, no se producen muchos kilos por metro cuadrado y los precios no han sido rentables en las últimas campañas. Por otro lado, hay una competencia creciente para el producto español por parte de los productos deluxe de países como Holanda o Bélgica, además de las producciones de Marruecos y Turquía”, señala. “De ellos, veo a Turquía incluso más amenazante que a Marruecos”, subraya.
Según el gerente de la compañía de Aguadulce, que comercializa las frutas y hortalizas almerienses en Europa, principalmente en Alemania, Francia y los países bálticos, el parón del crecimiento de las plantas se extenderá durante las próximas dos semanas, a partir de lo cual la producción volverá a “coger ritmo”. “Lo que sí es posible que se produzca debido al frío es un hueco de tomate a finales de marzo/principios de abril, porque se hayan perdido un par de ramos en las cabezas. Aunque no sería tan malo para el tomate, porque los márgenes están bastante ajustados”.
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Ginés González
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