Chile continúa siendo el proveedor más fiables de castañas del hemisferio sur para Italia, al aumentar del 9% al 11% su cuota de participación en total de importaciones italiano.
En 2020, los envíos dirigidos a Italia alcanzaron un valor de 2,8 millones de euros y, si bien la cifra representa una contracción del 6% con respecto al 2019, los volúmenes se han mantenido estables en 1.800 toneladas, lo que confirma así a Chile como el único proveedor del continente americano.
Foto cedida por ProChile
Para el presente año, se prevé una producción que podría superar las 5.000 toneladas, si bien hay que recordar que el volumen final dependerá del precio en los mercados externos (el primer incentivo para una mayor cosecha por parte de los productores), entre los cuales el principal es Italia.
Muchas variedades disponibles
Las principales variedades plantadas, en orden de importancia, son Marrone di Cuneo, Marrone di Marradi, Marrone di Città de Castello y Marrone di Castel Borello.
Chile presenta las condiciones perfectas para la producción de este fruto, entre las principales, la ausencia de enfermedades como Cryphonectria parasitica, la Dryoscomis kuriphilus y la Cydia splendana, y la bajísima presencia de Gnomoniopsis castanea, que en otras latitudes causa grandes pérdidas de producción y requiere la aplicación de productos químicos tanto en los árboles como en los frutos. Esto no sucede en Chile, país que, por lo tanto, puede ofrecer frutos sin residuos químicos y cuya producción presenta un porcentaje de frutos no aptos para el consumo o para la transformación inferior al 5%.
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"En los últimos años, se han plantado 1.500 hectáreas de castaños y, desde 2017, se evidencia un crecimiento constante de la oferta de castañas, con una producción estimada para 2021 cercana a 1.200 toneladas, y cada año se incorporan a la producción 100 hectáreas", explica Edmundo Valderrama, director general de Agrisur.
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No obstante, es necesario recordar que la mayor parte de los castaños de Chile proceden de simientes sin identidad varietal y, por consiguiente, la producción chilena es una mezcla de frutos con características diversas en cuanto a forma, sabor, color, facilidad de pelado, etc.
La Región de Ñuble es la protagonista en producción
La Región de Ñuble, en la parte meridional de Chile, con una superficie cercana a las 800 hectáreas de castaños en producción, es la primera región del país, gracias también a sus condiciones edafoclimáticas. "La zona de la precordillera andina ofrece un terreno profundo, libre de humedad, con un drenaje óptimo y sin compactación, perfecto para el cultivo de castaños", comenta el experto Pablo Grau, investigador del INIA, el instituto chileno de investigación agropecuaria.
Chile como socio comercial
Además de las condiciones de suelo y clima que favorecen la producción de frutos sanos, Chile ofrece a las empresas de importación y transformación italianas la posibilidad de disponer de una segunda cosecha durante el año. Al encontrarse el país en el hemisferio sur, la cosecha tiene lugar de febrero a julio, meses que se corresponden con el final del verano y el inicio del invierno.
En su búsqueda de contrapartes comerciales, las empresas italianas pueden contar con el apoyo de ProChile, la agencia gubernamental para la promoción de las exportaciones, la cual pone a disposición diversos instrumentos destinados a reforzar el intercambio comercial. Entre ellos, cabe señalar One Click Import, el nuevo servicio online que tiene como objetivo facilitar todavía más para los importadores internacionales la búsqueda de la contraparte adecuada en Chile.
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