Producir pimientos, berenjenas, calabacines y tomates es complicado, ya que los patógenos son cada vez más específicos y las cadenas de supermercados se han vuelto más restrictivas en cuanto a residuos. La empresa italiana Bioplanet sigue proponiendo la lucha biológica con insectos útiles, ya que los resultados tienen una alta tasa de éxito.
"En Sicilia ahora trabajamos con insectos beneficiosos 12 meses al año moviéndonos de una zona a otra, dependiendo de la producción. Entre los cultivos que son más atacados por los parásitos están el pimiento, el tomate, las berenjenas y los calabacines. Además, desde hace tiempo los agricultores también nos buscan para tener otras armas de defensa en la protección de las uvas de mesa, las uvas de vino y las granadas, por ejemplo", explica Sebastiano Quartarone, de Bioplanet.
Contra los trips, la lucha química por sí sola ya no da respuestas satisfactorias. En los últimos años, el control integrado o biológico de los trips mediante el uso de insectos depredadores se ha afianzado definitivamente. Concretamente, mediante el insecto Orius laevigatus.
"El Orius es un antocórido depredador que se utiliza para el control de trips. Se aplica en cultivos en invernadero y en campo abierto, principalmente de pimiento, berenjena, fresa y algunas plantas ornamentales. Los depredadores se alimentan activamente de trips durante todas sus etapas de vida, aunque pueden usar polen y otras plagas, incluidos los ácaros, pulgones u otros insectos pequeños como fuente alternativa de alimento".
La araña roja también es un parásito que afecta a los cultivos hortícolas. Phytoseiulus persimilis es un fitoseide utilizado con éxito en todo el mundo para el control biológico de la araña roja (Tetranychus urticae). Su desarrollo, en condiciones óptimas, es incluso más rápido que el de su presa.
El éxito actual del uso de insectos beneficiosos no ha caído del cielo. "Hace veinte años, nuestras propuestas eran vistas con desconfianza, de hecho, más de uno casi se burló de nosotros cuando explicamos que los insectos dañinos se pueden combatir con antagonistas biológicos. Debemos reconocerle el mérito a Bioplanet y sus gerentes por haber creído siempre en esta solución. Hoy son las empresas las que vienen a buscarnos. Muchas veces la lucha química por sí sola no es eficaz, mientras que la lucha de tipo biológico con insectos útiles, combinada con técnicas agronómicas adecuadas, suele ser una solución", concluye Quartarone.
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