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Adrià Girbés Masià da su visión sobre el cooperativismo en España

"La competencia entre las empresas, ya sean privadas o cooperativas, acaba desplazando a las ineficientes"

En el sector citrícola y de la fruta, la competencia entre las empresas, ya sean privadas o cooperativas, acaba desplazando a las ineficientes, explica el economista Adrià Girbés.

La pérdida de posiciones de las cooperativas valencianas frutícolas (sobre todo citrícolas) en el ranking de ventas respecto al comercio privado puede explicarse a partir de deficiencias –en sentido amplio– en los consejos rectores con bajos conocimientos en gestión, producción, marketing...

En el caso general, el asunto clave son las estrategias cooperativas, las cuales corresponden a los consejos rectores. En lugar de estrategias profesionales, se observa simplemente el predominio de rutinas que no sirven para un entorno que ya hace tiempo que ha cambiado. Detectar los cambios y adaptarse exige mucha profesionalidad y formación que sí están presentes en las empresas privadas de éxito.

Un efecto de ese perfil de baja calificación es cuando se pretende ejercer un rol que corresponde claramente al equipo directivo, el cual posee un perfil más cualificado y en el que –sobre el papel– se deposita la confianza.

De forma general hay otros handicaps que son habituales en muchas cooperativas. Dado que los conflictos de interés afectan adversamente a las empresas privadas, organismos y administraciones públicas, la respuesta ha sido la introducción de incompatibilidades y controles para minimizarlos, esto es algo que en las cooperativas apenas se practica.

Los socios que tienen relaciones laborales con las cooperativas en los estatutos sociales deberían tener una representación muy limitada, dado que los colectivos de trabajadores (recolectores, almacén) ya están representados por los correspondientes comités sindicales de empresa. Además, en todos los casos, si son cuadros medios, su desempeño debe ser evaluado externamente.

En cualquier caso es básico que la organización de la empresa cooperativa mimetice a la empresa privada en aspectos como: selección, contratación, promoción y, en su caso, finalización de la relación laboral.

En este sector de la fruta, la mayor dimensión de las empresas supone –entre otras cosas– costes decrecientes, y este es un requisito para ser empresas competitivas. La concentración de mercado implica que se necesitan más cooperativas de segundo grado y fusión de cooperativas. La formación de cooperativas de segundo grado no están exentas de problemas, pero este es el camino.

En cuanto al cultivo, la escala de producción de los socios de las cooperativas es predominantemente muy baja y son muchas las explotaciones que no pueden adoptar las tecnologías disponibles y rentables (mecanización, transporte, digitalización...). En este sentido, las cooperativas serían un instrumento idóneo y necesario para obtener superficies más grandes. Como resultado de la pandemia, la orientación de sostenibilidad, transformación digital, equilibrio territorial que la UE establece en las reformas es una oportunidad para la necesaria reorganización productiva de la producción citrícola que debería aprovecharse.

Para más información:
Adrià Girbés. Economista
adriagirbes@gmail.com

Fecha de publicación: