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Un rand más fuerte y el encarecimiento de electricidad y combustible ponen a los agricultores sudafricanos bajo presión

"¿Se detendrá alguna vez la letanía de las malas noticias económicas?", pregunta el portal de noticias Daily Maverick sobre el anuncio de que el proveedor de electricidad de Sudáfrica, Eskom, ha permitido un incremento de las tarifas eléctricas de más de un 15%.

El sitio de noticias financieras Moneyweb lo califica de "aumento considerable" y señala que estos aumentos tarifarios son difíciles de predecir y, por tanto, de planificar, lo cual complica más todavía el entorno operativo de las empresas.

En lo que describe como una "declaración escueta", el Regulador Nacional de la Energía de Sudáfrica (Nersa) ha anunciado el incremento, que supondrá 10.000 millones de rands (576 millones de euros) en ingresos para Eskom.

Este incremento es cinco veces la tasa de inflación actual y se produce en un momento en el que el rand se ha fortalecido a 14,50 rands frente al dólar, lo cual merma los ingresos por exportación.

Además, se prevé que los cortes eléctricos planificados (llamados desconexión de carga) continuarán hasta septiembre.

Un agricultor de Tzaneen explica a FreshPlaza que un generador diésel para una planta de suministro y una cámara frigorífica puede costar en torno a 280.000 rands (19.200 euros), excluyendo el coste del diésel, que acaba de subir un 4,5%.

El precio del petróleo se ha incrementado en 81 céntimos el litro a principios de febrero, calificado de "aumento enorme", y para el próximo mes se esperan más subidas.

"Para nosotros, los agricultores, es difícil", lamenta un productor de fruta de pepita de Villiersdorp. "No siempre es fácil mantenerse a flote".

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