La campaña española de cítricos ya se encuentra de lleno en su segundo tramo. Los volúmenes de clementinas están disminuyendo, al igual que la oferta de naranjas de mesa. A pesar de la pandemia, ha sido una temporada bastante satisfactoria hasta ahora, según el importador de frutas alemán Fred Ringwald.
El importador de la región de la Selva Negra ofrece ahora a sus clientes mayoristas clementinas Orri españolas de la marca Ros, entre otras, que se venden en torno a los 26-29 euros/10 kg. "Los lotes israelíes parecen estar perdiendo un poco de calidad, por lo que tenemos una pequeña ventaja competitiva. El consumo de clementinas, sin embargo, está bajando, lo que es normal en esta época del año. Los lineales de los supermercados todavía están llenos, pero los retailers especializados empiezan a reducir sus pedidos en marzo", dice Ringwald.
Se espera que las Nadorcott estén disponibles hasta mediados de marzo, mientras que las clementinas Orri estarán disponibles hasta principios o mediados de abril. La variedad Spring Sunshine, relativamente nueva, también está ganando terreno.
Naranjas Powell de gran calibre
La gama de naranjas de mesa se limita actualmente a tres variedades: Lane Late, Navel Late y Powell. Aunque esta última variedad es 2,5-3 euros/15 kg más cara, es la preferida por los clientes. "Las Powell de gran calibre de las marcas Clemenlady y Frutimur son bien recibidas por los retailers, porque la fruta más grande es escasa entre las otras variedades. Además, no tenemos mucha competencia en este momento porque Egipto ahora se ha cambiado casi por completo a las naranjas de zumo Valencia. Por lo tanto, ambos países productores, España y Egipto, no se interponen el uno en el camino del otro".
Ringwald está bastante satisfecho con la temporada de cítricos hasta ahora. Variedades inusuales, como la naranja Cara Cara, se han vendido mucho más este año, según comenta el importador.
Limones y albaricoques: merma de producción por el clima
La gama de cítricos españoles de Ringwald se completa con los limones. Proporcionalmente, la pandemia ha afectado más a este segmento. "Alrededor del 70 al 80 por ciento de los limones acaban normalmente en el sector horeca. Aparte de esto, hubo una ola de calor en las zonas productoras de limón españolas a principios de la temporada, con temperaturas de alrededor de 30 grados, a la que le siguió una ola de frío que afectó la calidad de la fruta", explica Ringwald.
El clima caprichoso no solo está siendo desastroso para la producción de limón, sino también para el cultivo de fruta de hueso, dice el importador. "Espero cantidades menores de albaricoques al comienzo de la temporada, a mediados o finales de abril. Según las perspectivas actuales, ciertas variedades tempranas ni siquiera estarán disponibles".
Los limones se comercializan con las marcas Frutimur y Clemenlady.
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