El Consejo Nacional de la Papa de Estados Unidos y 26 destacadas asociaciones agrícolas han enviado una carta al secretario de agricultura, Thomas Vilsack, y a la representante comercial, Katherine Tai, en la que comunican su creciente preocupación por el rápido deterioro de la relación comercial entre Estados Unidos y México. La carta llama la atención sobre los alarmantes acontecimientos recientes respecto a la relación comercial agroalimentaria con México, e insta a tomar medidas para abordar esos retos.
Unidas, las asociaciones representan a gran parte del sector agroalimentario, que es responsable de aproximadamente una quinta parte de la actividad económica del país y que da empleo directo a más de 23 millones de personas, lo que constituye cerca del 15 por ciento del total del empleo de Estados Unidos.
La carta dice así: "México es uno de los socios comerciales agroalimentarios más importantes de Estados Unidos. El TLCAN ha aportado fuertes beneficios a ambos países, y el T-MEC promete fortalecerlos. Aun así, la relación comercial en alimentación y agricultura con México ha descendido de manera pronunciada, una tendencia que la entrada en vigor del T-MEC no ha revertido. Con todo el respeto, instamos a que dirijan la atención sobre esta relación comercial importante, si bien en rápido deterioro".
Las principales preocupaciones destacadas por el grupo incluyen la prohibición de México a la importación de papas frescas de Estados Unidos. Los grupos escriben sobre los procesos judiciales abiertos ahora en la Corte Suprema de México presentados por el cártel mexicano de la papa, CONPAPA, que impiden que el Gobierno federal regule para permitir la importación de papas frescas estadounidenses. "La cuestión principal que los procesos piden a la corte que resuelva no se limita a las papas, sino que afirman que el Gobierno mexicano no tiene autoridad para conceder el acceso al mercado a ningún producto agrícola. En caso de resolución negativa en estos procesos, las consecuencias para el comercio agrícola entre Estados Unidos y México podrían ser de largo alcance".
Otras preocupaciones que se suscitan incluyen la prohibición del glifosato y del maíz transgénico, el aumento de los obstáculos al sector lácteo, el requisito de la certificación orgánica para la exportación, una campaña patrocinada por el Estado que desacredita los edulcorantes de maíz de Estados Unidos, el cese de revisión y aprobación de las solicitudes de biotecnología, las implicaciones del acceso al mercado del sector cárnico y las indicaciones geográficas, y una nueva norma de etiquetado frontal. Estas cuestiones, junto con un elevado número de investigaciones de las exportaciones de frutas y hortalizas de México a Estados Unidos, entorpecen la competitividad de los agricultores, ganaderos y otros miembros del sector agroalimentario de Estados Unidos.
Para más información: nationalpotatocouncil.org