La floración en los frutales de hueso ha sido muy buena en Extremadura gracias un invierno con suficientes horas de frío y precipitaciones necesarias, buena polinización. Había una homogeneidad que hacía tiempo no se veía. No obstante, las bajadas de temperaturas de la semana pasada han provocado una caída de flores que, dependiendo de las zonas productoras, mermarán los volúmenes de cosecha. El más afectado, como ha ocurrido en casi todas las zonas productoras europeas, es el albaricoque. En ciruela, la fruta más representativa de Extremadura en volúmenes, la pérdida de cosecha rondaría el 25-30%.
“Este fenómeno se ha dado de forma irregular, ya que hay fincas que siguen teniendo muchísima carga de flores y otras tienen pérdidas importantes”, cuenta Justo Redondo, gerente de la empresa extremeña Nogal Fruits. “En la zona productora de Vegas Altas parece que habrá más fruta y descenderá más en Vegas Bajas, al contrario que ocurrió en la campaña pasada”.
Los frutales más sensibles a estos eventos y cuyo estado fenológico se encontraba más avanzado son los albaricoqueros, los más afectados. “Hemos perdido prácticamente todo el albaricoque para este año. Teniendo en cuenta la falta de producción por mal cuaje o por la pérdida directa en la mayoría de zonas productoras europeas, va a ser difícil encontrar albaricoque este año”.
Por lo que respecta a la ciruela, de la cual Badajoz es la mayor productora en Europa, la cosecha puede haberse reducido entre un 25 y un 30% de acuerdo con el productor y exportador, sobre todo en las variedades más tempranas, como Black Splendor. “En nuestro caso, nos ha hecho ahorrar costes de aclareo en las fincas”, comenta. “Todavía falta por atravesar el periodo de mayor riesgo de pedrisco, pero si todo va bien, estaríamos hablando de una cosecha similar a la del año pasado o incluso algo mayor”. La recolección empezará alrededor de mediados de junio.
Cabe recordar que la campaña pasada también descendieron los volúmenes de ciruela alrededor de un 30% debido a la influencia de la climatología y al arranque de más de 2 000 hectáreas de parcelas por los malos resultados de campañas anteriores. No obstante, las ventas se complicaron mucho por cierre del mercado brasileño. “El año pasado fue muy difícil al no poder contar con Brasil para exportar nuestras ciruelas, pero este año volvemos a recuperar este mercado tan importante para nosotros, por lo que tenemos mucho mejores expectativas”, indica Justo Redondo.
Por lo que respecta a otras especies de frutales, también el paraguayo se ha visto afectado por la caída de flores y se espera que baje la producción, mientras que en nectarina y melocotón habría, de momento, una cosecha normal.
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Justo Redondo López
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