Debido a los episodios de heladas que afectaron a Francia la semana pasada, los productores sufrieron grandes pérdidas. Theo Kampschoer, de Kampexport, repasa esta semana complicada.
Grandes pérdidas
En lo alto del valle del Ródano, en los sectores de Tain-l'Hermitage, en Ardèche y en la región de Mercurol, con temperaturas de hasta -4 °C, los daños fueron considerables. "Alguno recogerá un 20% de su cosecha, pero la mayoría de los productores han perdido casi toda su cosecha", dice Theo Kampschoer.
En el caso de algunos productores no muy alejados de Luberon, en Malaucène, por ejemplo, las pérdidas ascienden al 50%. "Los frutos se han quemado. Para algunos productores, este es el quinto año que ocurre. Algunos incluso tendrán que detener su actividad".
Vaucluse no se libró de estas temperaturas. "Al estar en el llano, entre las montañas, en las hondonadas, es donde más hiela. De hecho, hacía tanto frío que el uso de ventiladores no cambió nada. Y para los que utilizaron la técnica de la aspersión con las heladas, la fruta acabó bajo una capa de hielo de 4 cm".
"En algunas zonas, sobre todo hacia Perpiñán, las pérdidas rondarán el 20%, pero más arriba son casi del 100%".
Se prevé un aumento de los precios
Para los productores que trabajan con Kampexport, se espera una cosecha del 30%, 50% para los más afortunados. "Con la falta de fruta, los precios serán más caros, sobre todo porque en Italia y España también ha habido problemas, especialmente en Lleida, donde se ha destruido casi la mitad de la cosecha. En general en Europa, es un año muy malo para las frutas".
Temperaturas excepcionalmente bajas
Aunque el sector del albaricoque se ha visto muy afectado, las cerezas, las manzanas y las peras también están en la misma situación. "Es un año muy duro para el albaricoque. Las cerezas también se ven muy afectadas, así como las manzanas y las peras, como en Lot y Garona, por ejemplo. Este es un año que será recordado y que se puede comparar con el 2003. En los viñedos, algunos no habían visto esto durante casi tres generaciones". A pesar de todos los métodos utilizados para luchar contra las heladas, "al bajar de -2 °C es muy complicado, desgraciadamente no hay mucho que hacer. En Crau, por ejemplo, se registraron temperaturas que no se veían desde hacía 80 años".
Producciones más precoces
"El clima ha cambiado mucho. Hace veinte años, la temporada comenzaba el 15 de julio, y ahora lo hace el 15 de mayo, por lo que el riesgo aumenta con todas estas variedades más tempranas", afirma Theo Kampschoer. "Algunos ya habían empezado el aclareo para conseguir frutos más grandes".
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