Después de un repunte en Semana Santa, el mercado de la piña ha vuelto a estancarse. “Antes de Pascua, tuvimos precios por encima de los 10 euros, pero ahora hay poco movimiento en el mercado y hay más oferta que demanda. Los precios han vuelto a un nivel en torno a los 7,50 euros”, comenta Mario de Goede, de la empresa holandesa Dutoit Europe.
Además, Mario no es muy optimista de cara a las próximas semanas. “Todavía no hemos vuelto a la normalidad en el mercado de las frutas y hortalizas. Además del suministro limitado al sector horeca y foodservice, también se han cerrado determinados segmentos del mercado en nuestros países de destino. En algunos países solo quedan abiertos los supermercados y las fruterías”, observa el importador. “Al principio tenía la esperanza de importar más volúmenes en el mes de junio, pensando que se iban a abrir las terrazas de los bares y restaurantes, pero he tenido que dejar ese plan en espera por el momento. Es mejor no tener demasiadas existencias en estos momentos”.
“La calidad de la piña es buena, pero los retrasos provocan bastante frustración. El coronavirus no deja de afectar al sector logístico. A veces también hay retrasos en el puerto de Róterdam. Esto no es tan grave para productos frescos con una vida útil más larga, como la manzana, pero la piña debe venderse en unos días”.
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Mario de Goede
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