El Fusarium y el banano tienen una historia de varias décadas. El hongo Fusarium oxysporum f. sp. cubense raza 4 tropical (R4T) ya ha afectado a una veintena de países y ahora supone una amenaza para todo el sector del plátano y banano de Ecuador. Todavía no se ha encontrado una cura. "El banano es el segundo producto de exportación de Ecuador, después del petróleo crudo, y si las exportaciones de banano se vieran afectadas, el impacto sería enorme", afirma Hugo Castro, de GinaFruit.
En Latinoamérica, la variante R4T de la enfermedad del Fusarium se detectó por primera vez en Colombia en 2019 y hace apenas un par de semanas en Perú. Ecuador tiene plantaciones a menos de 300 kilómetros de la zona del norte de Perú donde se confirmó el hongo el 12 de abril. Machala, la capital de la provincia de El Oro y el corazón comercial de la principal zona bananera de Ecuador, está a solo 45 minutos de la frontera con Perú. "Es cuestión de meses o de un año que Ecuador se vea afectado por el R4T", expresa Castro. "Perú es un gran socio comercial de Ecuador y diariamente llegan camiones cargados de productos como cebollas, arroz y patatas, que llevan mucha tierra. Dichos cultivos son insensibles al R4T, pero aun así pueden llevar la enfermedad con ellos y propagarla a otros cultivos".
Hugo Castro, de GinaFruit
Medidas extremas
El Gobierno ha tomado medidas extremas y ha establecido puestos de control en todos los pasos fronterizos. Se está revisando cada carga de camión y las medidas incluyen la esterilización de contenedores y camiones, así como el establecimiento de normas fitosanitarias más estrictas para la importación de material vegetal. Además, se están organizando conferencias en línea para informar sobre el Fusarium.
"Lo que hacemos en GinaFruit es mucha desinfección y establecer medidas de seguridad. Además, con nuestras normativas Rainforest y Global Gap ya seguimos muchos protocolos", continúa Castro. "Un ejemplo es que tenemos herramientas y materiales específicos para cada finca y no salen de ella. También tenemos sistemas de desinfección de camiones, así como arcos de desinfección para el personal".
Sin embargo, GinaFruit y la mayoría de los productores de banano de Ecuador están rodeados de fincas más pequeñas que normalmente no están informadas y no siempre saben lo que entra en su finca. "La falta de información puede deberse a que los agricultores no leen las noticias o simplemente no tienen la capacidad económica para poner en marcha los protocolos adecuados. Desgraciadamente, el sector bananero ecuatoriano no tiene un frente unido en el que productores, exportadores y Gobierno se sienten juntos y elaboren un plan".
Cómo afrontar y la amenaza del Fusarium y convivir con ella
Algunos países, como Australia y Filipinas, llevan ya veinte o treinta años enfrentándose a la cepa Fusarium R4T. "Saben cómo manejarlo y han aprendido a vivir con ello", agrega Castro. "Una de las soluciones es compartir más conocimientos y mejores prácticas entre nosotros y enviar a nuestra gente allí para que reciba formación y educación. Otra solución sería desarrollar una nueva variedad de banano resistente al Fusarium. Sin embargo, eso puede llevar muchos años".
Los mercados están dispersados
"Con la incertidumbre en torno al Fusarium en combinación con la COVID, el comercio está realmente adormecido y no vemos el revuelo que había antes". Hay demanda, pero la gente no se arriesga y se lo toma con calma. "Realmente estamos viviendo día a día", comparte Castro. Los clientes habituales de GinaFruit a largo plazo, que son en su mayoría retailers muy exigentes de Europa Occidental y Asia, siguen funcionando. Sin embargo, con un ritmo más moderado en el programa y los volúmenes semanales. Los mercados fuera de esos dos continentes están dispersados. Nuestros equipos de ventas están al teléfono más que nunca, tratando con diferentes necesidades, especificaciones y países".
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Hugo Castro
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