Los cultivos sin suelo de arándanos Duke y fresas Vivara de la empresa italiana Larbat se extienden sobre una superficie de 1 hectárea, mientras que el cultivo en suelo de la misma variedad de arándanos se desarrolla en una superficie de 5,7 hectáreas y la producción de kiwis Arguti Nergi en un área de 0,38 hectáreas. La empresa familiar de la región de Piamonte nació en 2014 y cuenta con empleados que tienen muchos años de experiencia en el sector hortofrutícola. También nació como una rama experimental e innovadora de una empresa familiar ya histórica, especializada en la producción de frutos rojos.
Campo de arándanos sin suelo (Foto proporcionada por la empresa Larbat)
"Nuestra filosofía se basa en conceptos que muchas veces son abusados, pero que encuentran una aplicación concreta en nuestra empresa: sostenibilidad, calidad y clean food", dice Massimiliano De Santis, propietario de la empresa agrícola. "Este año, nuestra producción de arándanos ha bajado debido a los daños por heladas, ascendiendo a unas 4 toneladas en el cultivo sin suelo, con plantas aún jóvenes, y a aproximadamente 50 toneladas en el cultivo en suelo. Los volúmenes normales son de 10 toneladas en el cultivo sin suelo y de 75 toneladas en suelo".
"Exportamos estas berries entre el 15 de junio y el 15 de julio a Irlanda, Reino Unido y Países Bajos. Debido a las tendencias en el consumo, sin embargo, las exportaciones son más complicadas este año. Por otro lado, experimentamos un constante y leve aumento de la demanda interna".
Campo de arándanos sin suelo (Foto proporcionada por la empresa Larbat)
En cuanto al clima, un problema de los últimos años es el exceso de precipitaciones durante el período de floración y cosecha, que provoca problemas de polinización (con la consiguiente reducción de la producción) y el posible riesgo de podredumbre y moho en el producto final. Sin embargo, estos problemas ya se están combatiendo con éxito mediante técnicas de cultivo específicas. También el aumento progresivo de las temperaturas estivales amenaza con estresar las plantas y comprometer la estabilidad y continuidad de la producción.
La mosca de la fruta Drosophila suzukii, en cambio, es un problema que ha sido contenido parcialmente a lo largo de los años, gracias al desarrollo de productos específicos y técnicas de cultivo y limpieza aplicadas en campo. "En cualquier caso, su aparición en nuestra región se produce cuando la cosecha está prácticamente terminada", comenta De Santis.
Campo de arándanos sin suelo (Foto proporcionada por la empresa Larbat)
Envasado
El envase principal para los arándanos es la bandeja de plástico en formatos de entre 125 y 150 gramos. "Ocasionalmente, las berries se envasan en una caja de cartón cuando el cliente mismo se encarga del envasado", comenta De Santis.
La empresa avanza con firmeza hacia el envasado libre de plásticos, al menos en lo que respecta a la venta directa del producto, con la creación de una línea de envases ecosostenibles. "En el retail, lamentablemente, este enfoque aún no es predominante, también debido a aspectos burocráticos, como certificaciones y normativas de higiene a nivel europeo, y debido a los costes mucho más altos para las bandejas de, por ejemplo, pulpa de madera. No obstante, incluso los envases de plástico son fácilmente reciclables hoy en día".
Campo de arándanos sin suelo (Foto proporcionada por la empresa Larbat)
Competidores
La mayor competencia para los arándanos italianos viene de España y Polonia, ya que estos países llegan con sus productos al mercado casi al mismo tiempo.
"España ingresa al mercado un poco antes, muchas veces con grandes volúmenes de menor calidad que la italiana, pero con un precio muy competitivo. Polonia, que viene después, ofrece un producto de calidad similar al nuestro, pero con precios mucho más bajos. Y es que los costes de producción en Polonia son más bajos, tanto de mano de obra como de gestión empresarial ordinaria. El problema surge cuando se reduce la ventana de comercialización de estos dos países, ya que en tal caso las producciones se superponen".
Pioneros en la provincia de Cuneo
"Entre los motivos para sentirnos orgullosos, se destaca la fecha de realización del cultivo sin suelo, que contaba con 0,3 hectáreas en 2017 y con 0,8 hectáreas en 2018. Y es que fuimos de los primeros, tanto en la provincia de Cuneo como en la región de Piamonte, en apostar por el cultivo sin suelo. Nuestras producciones han sido un modelo y un punto de referencia para otras empresas nacidas en los años siguientes".
"Hemos sabido superar los obstáculos relacionados con la novedad de la técnica de cultivo y con las poquísimas nociones al respecto, gracias a una excelente colaboración técnica", explica De Santis. "En la segunda plantación ya pudimos realizar muchas mejoras, como en la elección del sustrato, en la elección del vivero de donde proceden las plantas y en las técnicas y recetas de fertirrigación. Con todo esto logramos realizar nuestro objetivo inicial: un alto nivel en la calidad del cultivo y de las producciones".
Campo de arándanos sin suelo (Foto proporcionada por la empresa Larbat)
Ventajas del cultivo sin suelo
Las ventajas del cultivo sin suelo son múltiples, según De Santis. "En primer lugar, el rendimiento es bueno. En segundo lugar, las plantas son sanas. El hecho de que no entren en contacto con el suelo y que la superficie de cultivo sea limitada evita que muchos patógenos se manifiesten y que surjan problemas relacionados con la vida útil de la fruta, como por exceso de agua durante la maduración y la cosecha. Además, la cosecha se adelanta".
Mano de obra y brexit: amenazas y soluciones
Los problemas inherentes a la mano de obra consisten en los altos costes directos e indirectos, las complicaciones burocráticas y la escasa disponibilidad. "La cosecha de arándanos se lleva a cabo en un período muy corto, que va de 2 a 4 semanas, y que por tanto no da continuidad de empleo a los temporeros, que prefieren irse a otro lado", explica De Santis. "Las continuas mejoras e inversiones realizadas a lo largo del tiempo en cuanto a maquinaria e instalaciones, nos han permitido optimizar y reducir tiempos y costes, en primer lugar los costes de transporte".
"El brexit, a la fecha, sigue siendo un 'enemigo' cuyo verdadero rostro desconocemos. Sin duda, esta nueva situación creará dificultades relacionadas con el despacho de aduanas. Y los arándanos, recordemos, son un producto perecedero".
Campo de arándanos sin suelo (Foto proporcionada por la empresa Larbat)
Metas para el futuro
Entre los principales objetivos de futuro, la empresa Larbat prevé obtener las certificaciones que ya posee para los arándanos de cultivo en suelo (GlobalGAP, Grasp, Albert Heijn y Tesco Nurture) también para las fresas y los arándanos de cultivo sin suelo, con la incorporación, para los arándanos, de la certificación Residuo Cero. "También estamos desarrollando una línea de productos procesados, tanto para el mercado nacional como para el exterior, que sigue una filosofía muy estricta en cuanto a autoproducción para el control exhaustivo de la cadena de suministro, la calidad, la autenticidad y la sostenibilidad".
Para más información:
Azienda agricola Larbat / Az. Agr. De Santis Massimiliano
Via Tetti Sagrin, 10
12020 Tarantasca (CN) - Italia
Tel.: +39 338 9411849
www.larbat.com