Falta de acceso a agua potable, intoxicación por plaguicidas, acoso de los representantes sindicales: estos son solo algunos ejemplos de las violaciones masivas de la legislación laboral en las fincas de cítricos de Sudáfrica. Un estudio de la Fundación Rosa Luxemburg, una asociación alemana para el análisis social y la educación política, y la organización sudafricana Khanyisa muestra la necesidad de una ley de la cadena de suministro eficaz. Los productores investigados también abastecen a las cadenas de supermercados alemanes Edeka, Rewe, Lidl y Netto.
"Las cadenas de suministro son relativamente cortas y muy fáciles de rastrear para los retailers alemanes", explica Benjamin Luig, autor del estudio. Debido a su poder de mercado, las cadenas de supermercados alemanas tienen una gran influencia, pero la utilizan únicamente para su propio beneficio, de acuerdo con el estudio. "Lidl, Rewe y otros grupos presionan a los proveedores mediante prácticas comerciales problemáticas como contratos a corto plazo y renegociaciones de precios. Sería mejor si usaran su influencia para hacer campaña por el cumplimiento de los derechos de los trabajadores en las fincas", dice Luig. Aunque las empresas alemanas exigen la certificación del estándar social SIZA (Iniciativa de Sostenibilidad de Sudáfrica) para los productos sudafricanos, esto no hace que las fincas cumplan con la legislación laboral vigente.
"La lista de violaciones de los derechos laborales en las fincas es larga", dice Simphiwe Dada, director de la organización no gubernamental sudafricana Khanyisa. "En una finca, los trabajadores no reciben una copia de su contrato de trabajo, en otra finca, una puerta automática impide que los trabajadores puedan abandonar el terreno y otra empresa despide a un representante sindical por motivos poco convincentes". La falta de acceso a agua potable, que se ha agravado enormemente con la actual crisis del agua en la provincia del Cabo Oriental, es particularmente preocupante.
"La terrible situación de las empresas de cultivo de cítricos en Sudáfrica es un ejemplo de las condiciones en muchas cadenas de suministro cuyos productos llegan a los supermercados alemanes", dice Jan Urhahn, experto agrícola de la Fundación Rosa Luxemburg. "Si se demuestra que se usa toda una gama de pesticidas altamente peligrosos en una finca de cítricos y hay una intoxicación aguda entre los empleados y sus familias, esto implica el deber de diligencia de los grupos de supermercados alemanes", comenta Urhahn, quien se refiere a la Ley de la Cadena de Suministro que se está negociando actualmente en el Congreso alemán y es probable que se apruebe esta semana. "El sector citrícola sudafricano se convierte en la prueba de fuego para la Ley de la Cadena de Suministro alemana. Pronto se verá si Lidl, Rewe y otros grupos estarán obligados a asumir la responsabilidad de sus cadenas de suministro y hacer cumplir los derechos laborales básicos. En caso contrario, la Ley de la Cadena de Suministro no es más que papel mojado".
Entre junio y octubre, las naranjas, los limones y las mandarinas de Sudáfrica llenan los estantes de los supermercados en Alemania. Con un volumen de exportación de 80.400 toneladas en 2020, Sudáfrica es el segundo proveedor más importante de cítricos del mercado alemán después de España. El estudio ‘Naranjas amargas’ investigó las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores de las empresas de cultivo de la provincia del Cabo Oriental que abastecen a las cadenas de supermercados Edeka, Rewe y Lidl. El estudio ‘Naranjas amargas. La exportación de cítricos sudafricanos a Alemania’ forma parte de una serie de publicaciones de la Fundación Rosa Luxemburg en las que ya se han examinado las cadenas de suministro de té y vino.
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