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Sistema de aislamiento de alto rendimiento para reducir el uso de energía del invernadero

Tener un invernadero de cristal aporta muchas ventajas, pues permite cultivar plantas bajo la luz solar y, al mismo tiempo, protegerlas del frío y conseguir un clima propicio en el interior. Sin embargo, una de las desventajas del uso de cristal es que no ofrece demasiado aislamiento. Imagina lo ventajoso que sería que los invernaderos ofrecieran un mayor aislamiento térmico en un clima frío. Por ese motivo, Crop Health & Protection (CHAP) organizó un seminario web en el que presentó ENvirop Insulation System Project, un proyecto de investigación que se propone resolver este problema precisamente. "De las casas se espera que estén aisladas para mantener el calor dentro y el frío fuera; entonces, ¿por qué no se hace lo mismo con los invernaderos?", se pregunta Assim Ishaque, asesor energético y ponente principal del seminario.

Este evento estuvo moderado por Lucy Plowman, asistente de investigación en CHAP. "Este sistema está pensado para permitir una mayor producción nacional de alimentos reduciendo los costes de la energía y, por tanto, elevando también la sostenibilidad", explica.

El proyecto lo ha dirigido Envirup, una empresa de asesoramiento en energía limpia con sede en el Reino Unido. Como proyecto de viabilidad, tenía como objetivo modelar el rendimiento del Envirup Insulation System (EIS) con diferentes cultivos en diferentes ubicaciones, mostrando que se podrían mantener durante más tiempo unas condiciones óptimas de invernadero con una menor pérdida de calor. Contó con el respaldo, entre otros, de CHAP y Cambridge HOK, integrando la perspectiva del productor en la cuestión de cómo reducir los costes energéticos de un invernadero en un clima frío.

Sistema de paneles
Tras una breve introducción y sondeo, Assim Ishaque, uno de los directores del proyecto, dio más datos sobre el sistema, que está formado por paneles.

Aparte de los elevados costes energéticos, Assim mencionó la demanda de sostenibilidad por parte del consumidor y la creciente concienciación pública sobre el origen de los alimentos como motivo para aislar los invernaderos. Al fin y al cabo, la gente quiere producción de proximidad que recorra menos kilómetros, y los gobiernos a menudo quieren que los productores paguen impuestos por su consumo de energía. Por lo tanto, le ventaja de reducir los costes energéticos es doble. "La agricultura es un sector interesante para el aislamiento, ya que la innovación se amortiza pronto. Así que decidimos construir las paredes del invernadero de policarbonato. Después de probar los paneles, nos encontramos con una transmitancia óptica total del 80,28%, por lo que no se perdería mucha luz exterior".

Otra ventaja de la estructura de panel es que es mucho más fácil y menos arriesgada de instalar, lo cual reduce la necesidad de mano de obra. "Se necesitan dos personas para colocar los paneles de dos metros de largo, y así la estructura de cristal es redundante y nadie podrá colarse en el invernadero rompiéndolo", explica Assim. Y dada la escasez mundial de materias primas, resulta ventajoso que se necesite mucho menos acero para la estructura, ya que los paneles se sostienen solos. "Construir un invernadero con este sistema ahorra al productor al menos diez días de construcción, por lo que ese tiempo se puede utilizar para cultivar".

Producción local
Uno de los miembros del público preguntó si el hecho de que solo los muros se puedan aislar de esta manera es, en realidad, una ventaja para los invernaderos de mayor tamaño, ya que la pérdida de calor es relativamente mayor por el techo en los invernaderos grandes.

"Cuando menor sea el invernadero, menor será la pérdida de calor, porque los muros retienen relativamente mucho calor. Nuestro punto de partida, por lo tanto, es el invernadero pequeño, aunque no nos detendremos ahí", aclara Assim. "Disponer de este sistema permitirá a los productores cultivar durante todo el año, también en invierno y en un clima más frío, sin la pérdida de rentabilidad de sus instalaciones.

"Sin embargo, esto sirve también para diversificar el mercado local de invernadero. Avanzamos hacia una producción local y sostenible. Por tanto, varios invernaderos pequeños que puedan cultivar un abanico de productos, en lugar de un invernadero enorme que cultive grandes rendimientos para la exportación. Este sistema respalda el modelo local, estimulando el mercado de la producción nacional".

 
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