Las cebollas tempranas han dado buenos resultados y también las semitempranas. Pero después de un periodo de auge, el mercado está en calma, a la espera de las cebollas tardías, que suponen más de la mitad de la producción total italiana.
"Muchas empresas de semillas han dicho en los últimos meses que la superficie de cebolla ha disminuido este año, y esto debería ayudar a normalizar el mercado. Hay cierta preocupación por el calibre y las cantidades, pero no se sabrá hasta que la cosecha esté completada. La demanda nacional de cebollas amarillas es débil y todo el mercado está a la espera. He visto cebollas amarillas y blancas españolas a la venta en Italia, entre otras cosas, lo cual es bastante inusual, sobre todo en esta época del año", explica Matteo Zanarini.
Así pues, Zanarini recomienda "calma y sangre fría". La cebolla blanca y roja han alcanzado buenos resultados, por lo que no hay necesidad de preocuparse por la cosecha de cebolla amarilla.
Las cebollas italianas siempre son apreciadas en el extranjero. Zanarini dice que las está vendiendo en Francia a precios más que justos, pero no en grandes cantidades, porque está presente el producto español, muy competitivo. Las blancas y rojas se defienden bien, las amarillas están teniendo más dificultades en el mercado.
"Mi mensaje es positivo, porque las perspectivas de una buena continuación de la temporada son favorables. Con la tecnología y las técnicas de conservación adecuadas, el ciclo tardío será el que más se aventaje. Nuestros productores italianos tienen la capacidad única de producir cebollas de calidad, incluso en condiciones difíciles. De ahí el optimismo", concluye Zanarini.