La aplicación del gas ozono para el tratamiento del agua ha recibido una reputación un poco negativa debido a un diseño técnico defectuoso. Según una empresa de ingeniería hidráulica, el ozono en sí no es el culpable, pero los clientes siguen desconfiando del gas. Sin embargo, la aplicación del gas ozono de forma correcta puede seguir aportando beneficios.
Según Camilla Khrulova, directora de marketing y ventas de la empresa sueca de ingeniería hidráulica EnviroProcess, es muy atractivo para las empresas agrícolas incorporar el uso del ozono en sus procesos: "El atractivo de utilizar el ozono en la planta de procesamiento se debe a que es un método poderoso contra todas las bacterias, biopelículas, virus o cualquier otro patógeno. Algunos microbios pueden crear una resistencia natural a los productos químicos, comprometiendo la esterilidad del equipo de producción de alimentos. Pero los patógenos no pueden resistir la oxidación natural del ozono, asegurando las operaciones independientemente de la duración de las series de producción o de los intervalos de saneamiento. El aspecto más crucial del ozono es el correcto diseño del sistema y su integración en el proceso. Las mismas propiedades que hacen que este gas sea único y beneficioso para el sector pueden dar lugar a un proceso fallido".
Aplicar correctamente el gas ozono es vital para que sea beneficioso, lo que no es fácil de conseguir, según explica Khruvola. "El gas ozono no se puede almacenar; hay que producirlo in situ. Tiene la ventaja de no depender del proveedor del biocida. Es el oxidante más potente, por lo que hay que calcular la dosis correcta teniendo en cuenta el proceso, el producto y el agua para garantizar un rendimiento óptimo. Debe inyectarse y mezclarse correctamente para evitar que el gas se libere en el ambiente. Si se percibe olor a ozono, significa que el sistema no ha sido preciso".
El ozono es un gas delicado con el que trabajar, señala Khrulova. "El ozono no es un proceso novedoso y lleva mucho tiempo utilizándose para el tratamiento del agua. Las propiedades del ozono en general, y el hecho de que no deje residuos en los alimentos, lo convierten en una solución muy atractiva para la industria alimentaria. Sin embargo, el gas es muy inestable, de ahí la necesidad de producirlo in situ y, como es muy reactivo, reaccionará con todo y no hay forma de saber qué reacción será la primera, de ahí que sea importante conocer con exactitud la calidad del agua, el estado del producto y las fases de procesamiento, para asegurarse de que haya suficiente ozono en el agua".
El ozono ha adquirido una mala reputación debido a los errores cometidos por las empresas de ingeniería al establecer el proceso, pero EnviroProcess pretende cambiarla. Khrulova expresa: "No tener el equipo correcto para inyectar y mezclar el ozono de alta concentración en el agua hizo que las soluciones no funcionaran. Por desgracia, los clientes no culpan a las empresas por un diseño defectuoso, sino al propio ozono. Esto es lo que intentamos cambiar, con éxito, con nuestro proceso y equipo de mezcla patentados".
Khrulova afirma que son muchos los beneficios que obtienen los productores de fruta al incorporar el gas ozono a su proceso. "Los beneficios son muchos, tanto directos como indirectos. El beneficio directo es que cuando el cliente pide que se aplique el ozono para tratar el agua del proceso, se desinfecta pero no deja residuos químicos. Una vez aplicado el ozono en el agua, aparecen también los beneficios secundarios, como el control microbiológico del producto, sin cambiar sus propiedades organolépticas, en el que podemos ver la reducción de 4 log y la ausencia de patógenos en los resultados de laboratorio. El equipo y los conductos están libres de biofilms".
"Lo que preocupa al cliente es la seguridad del sistema de ozono, pero nos ocupamos de ese asunto no dejando que el gas salga de la masa de agua con una transferencia de masa correcta y eficiente del gas (mezcla), además de sensores de ozono en el agua que pueden ajustar la dosis automáticamente si se produce un cambio de producto o una parada en el establecimiento del cliente. Probamos todos los procesos en nuestro laboratorio antes de enviar nada, porque aunque la aplicación sea la misma y las fábricas puedan incluso estar situadas cerca unas de otras, su suministro de agua será diferente y la calidad de la materia prima variará de un día para otro. Por lo tanto, solicitamos la muestra de agua y una prueba en el laboratorio o en las instalaciones del cliente, para determinar el ozono correcto", concluye Khrulova.
Para más información:
Camilla Khrulova
EnviroProcess AB
Tel.: +46 (0) 300-83 70 00
Email: camilla.khrulova@enviroprocess.com
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