Recientemente, el virus del amarilleo de las cucurbitáceas transmitido por pulgones (CABYV) ha estado afectando a más y más productores de pepinos holandeses, según mencionan Ewoud van der Ven y Rens Smith. Los asesores de hortalizas de invernadero de Delphy están sorprendidos por la rapidez con la que se ha estado propagando el virus desde junio. Los culpables son los pulgones, que no son fáciles de combatir con los recursos actualmente disponibles.
Fotos de plantas afectadas por CABYV tomadas recientemente en un invernadero holandés
Síntomas
Uno de los principales síntomas del virus es el amarilleo notablemente rápido de las hojas, algo que está afectando ya a productores de todos los Países Bajos. Cuando las pruebas realizadas por un productor revelaron que se trataba de CABYV, el asunto comenzó a ganar relevancia. Ewoud menciona que el impacto varía según la zona. “A veces solo hay unas pocas plantas amarillas, pero también he visto productores con un diez por ciento de las plantas infectadas, lo que implica un impacto notable en la producción. Según informes alemanes, la pérdida de producción puede alcanzar el cincuenta por ciento”.
Según los asesores, este virus se parece al del falso amarilleo de la remolacha (BPYV). La diferencia es que con el CABYV, el amarilleo del cultivo sucede aún más rápido. Ewoud y Rens también tienen la impresión de que la pérdida de producción en comparación con el BPYV también es mayor. "También creo que la hoja queda más rígida y abultada", opina Rens. Ewoud está de acuerdo con esto y añade: "La hoja también se vuelve más frágil, según tengo entendido por anécdotas que llegan desde Alemania".
Propagación
Varios tipos de pulgones propagan el virus; un hecho que ya se conocía en Alemania. Rens dice que, "por tanto, el virus puede propagarse muy rápidamente". Todas las cucurbitáceas son susceptibles al CABYV. Rens también ha oído historias sobre graves daños en cultivos de melones a cielo abierto en España desde hace unos años. Los cultivos como la calabaza también son vulnerables. "Estos cultivos, que también son comunes en huertos personales, pueden actuar como reservorios para el virus".
Fotos de plantas afectadas por CABYV tomadas recientemente en un invernadero holandés
Combatir el virus
Aunque el virus es relativamente fácil de detectar, combatirlo es mucho más difícil. "Lo mejor es evitar la presencia de pulgones en el invernadero", dice Ewoud. Las mallas protectoras para invernaderos pueden ser una solución, "pero esto no es algo fácil de implementar y muchos productores aún no las tienen".
Según los asesores, lo mejor que los productores pueden hacer por ahora es realizar un seguimiento adecuado de los pulgones y usar trampas adhesivas. Si se detecta algún pulgón, es importante realizar un control lo antes posible. Ewoud afirma que "las cosas se han vuelto más difíciles para los productores con la desaparición, entre otras cosas, de Plenum, un producto para el control de pulgones. Además, los productos que combaten el pulgón cuando este entra en contacto con el insecticida al morder las hojas actúan demasiado tarde. Es posible que el virus ya se haya transmitido". Por esa misma razón, el control biológico del pulgón no es lo ideal, según Ewoud. "Los pulgones ya están en el invernadero y esto es precisamente lo que queremos evitar".
Rotación de cultivos
Según los asesores, si un productor detecta plantas que están amarilleando rápidamente, este no tiene por qué deshacerse de todo el cultivo. Ewoud explica que "el virus no se propaga con la manipulación de cultivos". "Tampoco lo hace a través del agua", agrega Rens. Según los asesores, los productores que detecten plantas infectadas durante la rotación de cultivos harían bien en asegurarse de que el cultivo esté libre de pulgones. Rens afirma que "ciertamente, si los productores comienzan con la rotación mientras parte del cultivo aún está en curso, existe el riesgo de que, al arrancar el cultivo, los pulgones se propaguen rápidamente por todas partes. Eso es precisamente lo que los productores tratan de evitar".
Los asesores estiman que el virus tiene un período de incubación de entre 10 y 14 días. Si la rotación se realiza correctamente, los productores tienen más probabilidades de mantener el invernadero libre de pulgones. Sin embargo, Rens también oyó la historia de un productor que, tras eliminar las plantas enfermas y reemplazarlas con otras nuevas, sufrió el impacto del virus una vez más, que provocó que las plantas se amarillearan después de dos semanas.
Resistencia
En cualquier caso, en los últimos años, los asesores afirman que la aparición de virus transmitidos por pulgones se ha convertido en algo habitual en los pepinos. Hace unos años, los productores lidiaban mucho con el virus del mosaico del pepino (CMV). Según Rens, "este aparece ahora solo esporádicamente. Sin embargo, el virus del mosaico amarillo del calabacín (ZYMV) y otros relacionados con este se han vuelto más comunes".
Al igual que con muchos otros virus que afectan a plantas, los asesores creen que el rol de los obtentores es fundamental. Ewoud afirma que “informes alemanes ya mencionan la existencia de resistencias. Sin embargo, las variedades existentes aún no las incluyen. Así que, por el momento, lo mejor es mantener a los pulgones fuera del invernadero y combatirlos de manera adecuada, rápida y eficaz".
Para más información:
Ewoud van der Ven y Rens Smith
Delphy
e.vanderven@delphy.nl
r.smith@delphy.nl
Ewoud: +31 6 20 39 82 73
Rens: +31 (0)6 26 51 86 49
www.delphy.nl