“En estos días no es fácil preservar la política emprendedora de siempre”, dice Pippo Timperanza, director de la empresa italiana Landolina. “Desde hace más de 60 años, en la empresa trabajamos para mantener en armonía la tradición y la mejora productiva, teniendo en cuenta los principios éticos de hacer lo más corta posible la cadena de suministro, de la trazabilidad y del respeto a la gestión en campo que ha guiado a mi familia durante generaciones. Sin embargo, hoy nos vemos obligados a enfrentar una serie de problemas que nos obligan a revisar y reajustar nuestra forma de cultivar".
Pippo Timperanza
Ubicada en la provincia siciliana de Ragusa y especializada en la producción y comercialización de tomates de cultivo sin suelo, la empresa de 40 hectáreas cultiva tomates cherry, datterino y piccadilly en 10 hectáreas de estructuras protegidas. En los últimos años, la empresa se ha centrado en la producción sostenible de residuo cero.
Tomate pera TT-633 en maceta
“Las nuevas tendencias de consumo, por ejemplo, son muy importantes y deben ser comprendidas y acogidas. A lo largo de los años, ha aumentado la sensibilidad hacia los temas de la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental. Los productores estamos llamados a responder ofreciendo productos de alto valor añadido, que reflejen esta sensibilidad. Desde la instalación de paneles fotovoltaicos hasta el uso de bioestimulantes, biofungicidas y bioplaguicidas, pasando por la gestión razonable del agua con el reciclaje de aguas residuales para fertirrigación. Cada una de nuestras elecciones es el resultado del diálogo con nuestros socios comerciales y, por tanto, indirectamente, con los consumidores. Todo ello al margen de las dificultades que hoy nos vemos obligados a afrontar”.
Canalización del agua de riego
“Los productores se enfrentan a un período de retos muy grandes y complicados de gestionar, generados por una serie de causas y cuya resolución supera las capacidades de las empresas individuales. Por un lado, la pandemia de coronavirus incrementa el viejo problema de un mercado de precios fluctuantes y con tendencia a caer, especialmente en 2021. Por otro lado, la imparable propagación del virus rugoso del tomate (ToBRFV) ha causado grandes daños a los cultivos de tomate”, explica el emprendedor.
Tomate pera TT-633 en maceta
El problema más grave y urgente que abordar es precisamente el virus rugoso del tomate. Incluso en los casos en los que el fruto no se daña directamente, la producción se reduce, ya que los tomates son más pequeños y sobre todo pierden color y consistencia.
“Para mitigar el problema del ToBRFV, probamos el año pasado el tomate pera de la variedad TT-633 de TomaTech, que en el ciclo largo, con un trasplante a finales de verano (por lo tanto el más desafiante), nos dio excelentes resultados en términos de rendimiento, consistencia y sabor. No hay ninguna dificultad en cuanto al manejo agronómico y al mantenimiento poscosecha. La variedad TT-633 es un tomate óptimo para el retail en Italia y en el extranjero. También este año apostaremos por esta variedad. No podríamos haber hecho una mejor elección", concluye Pippo Timperanza.
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Azienda Landolina
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