Los arranques de patatas se encuentran en las semanas álgidas de la campaña en Castilla y León, la mayor región productora de España. Después del desarrollo anómalo de la campaña el año pasado, cuando parte del sector obtuvo unos resultados negativos influenciados fuertemente por las restricciones que obligó a implementar la expansión de la pandemia, la superficie de cultivo ha descendido en torno a un 6% en la comunidad en línea con las recomendaciones de determinadas asociaciones de productores. Sin embargo, la demanda aún presenta cierta afectación.
“La demanda está siendo bastante escasa por parte del canal horeca y de la industria, y esto está haciendo que todo el sector de las patatas más gruesas de la zona de Salamanca, donde se producen variedades para la hostelería, esté sufriendo”, confirma Alfonso Sáenz de Cámara, gerente de la cooperativa alavesa Udapa. “Por otro lado, la patata de lavado está saliendo mejor, con un nivel de precios que duplica el de las patatas de saco, aunque en estos momentos la oferta es mayor que la demanda y el precio ha bajado un par de céntimos esta semana respecto a la anterior, cuando se pagaban entre 25 y 26 céntimos”.
“Es importante señalar que en este momento las cadenas de distribución españolas no están haciendo ofertas, y eso se está notando en el nivel de exigencia de calidad, que es muy elevado: los lotes buenos se están pagando bien, pero hay una devaluación importante del precio cuando la calidad es un poco más baja”, explica Alfonso.
De acuerdo con el gerente de esta cooperativa, en principio, la calidad de las patatas cosechadas ha sido buena, salvo en las zonas con suelos más arenosos, en las cuales la piel del producto no estaba al 100%. Ahora estamos comenzando con las patatas de tierras más duras, cuya calidad es mejor, pero este factor vendrá condicionado por las olas de calor”, señala. “Si el calor no es excesivo el producto aguantará mejor, con lo cual la climatología irá determinando la calidad de la patata y cuánto tiempo podrá estar abasteciendo al mercado español, algo muy importante sobre todo estando a las puertas de que las zonas productoras francesas más tempranas empiecen a cosechar su producto a finales de mes. Se espera que a partir de entonces haya más competencia y más presión en las ventas en el mercado abierto”.
Mayores rendimientos para la próxima cosecha en Álava
Tras la cosecha en los campos de Castilla y León, y coincidiendo precisamente con la entrada de Francia en el mercado, Udapa trasladará la cosecha a Álava, donde sus socios comenzarán a realizar los primeros arranques los últimos días de agosto.
“En nuestras producciones de Álava, la cosecha viene bien y creemos que vamos a tener un buen nivel de calidad. Este año el cultivo se ha desarrollado en condiciones óptimas, con una buena tuberización. Se sembró en buenas fechas con buen tempero, y esperamos unos rendimientos relativamente altos de unas 45 toneladas por hectárea, cuando lo normal suelen ser 40/42”, adelanta el gerente de la cooperativa.
“Competiremos con Francia aunque relativamente, porque no salimos al mercado con nuestro producto. Lo tenemos programado para abastecer a nuestros clientes en el mercado nacional, fundamentalmente a supermercados y a industrias, así como a nuestra parte de negocio de V gama”, puntualiza Alfonso. “Creo que más que el producto francés, la variable que más nos va a influir es la exigencia de calidad de la distribución española, que es enorme en este momento”, concluye.
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Alfonso Sáenz de Cámara
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