Las plagas reducirán la próxima cosecha española de kaki alrededor de un 25%

La cosecha de caqui español arrancará en septiembre con en la Comunidad Valenciana, la principal zona productora de este fruto en España. Las primeras estimaciones de cosechas consultadas a la Asociación Española del Kaki arrojan mermas de al menos entre un 20 y un 25% solamente por problemas de plagas, especialmente el  "cotonet" (Pseudococus viburni).

"El avance incesante de la plaga del cotonet en los campos de la Comunidad Valenciana es el tema principal entre los agricultores", manifiesta Pascual Prats, presidente de la Asociación Española del Kaki. "Prácticamente todos los productores de kaki -desde las cooperativas a las empresas privadas- están afectados por esta plaga en un grado u otro, algunos con más de un 70% de sus plantaciones. Resulta casi utópico encontrar campos totalmente limpios de cotonet. Si bien el año pasado ya fue determinante la producción que se perdió por culpa de esta y otras plagas, este año lo será incluso más", asevera. 

De acuerdo con el representante de esta asociación, el creciente problema de las plagas está aumentando significativamente los costes de producción, algo que pone en jaque la rentabilidad de este producto, que cada vez es más ajustada teniendo en cuenta los niveles de precios que se están pagando en las últimas campañas. 

"Hace solo unos pocos años realizábamos entre 4 y 5 tratamientos para tratar algunos problemas de hongos en los campos, mientras que ahora nos vemos obligados a realizar alrededor de 8-9 tratamientos, que sin duda encarecen los costes de producción. Además, las herramientas que tenemos para combatir el cotonet están resultando ineficaces y las instituciones públicas nos están denegando el uso de aquellos plaguicidas que sí ayudarían a erradicarlo".

"Las afectaciones de plagas y problemas de rameado o quemaduras por el sol, entre otros factores, pueden provocar mermas de alrededor de un 30% este año. Afortunadamente, de momento no hemos sufrido adversidades climatológicas como ocurrió en la campaña pasada, tanto por heladas como por lluvias torrenciales y granizo", señala Pascual Prats. 

"La gran distribución es cada vez más exigente en materia de calidad y demanda precios más competitivos, mientras que nosotros estamos produciendo cada vez más caro", indica el presidente de esta Asociación. "La importante caída de la producción el año pasado provocó que los precios fueran aceptables para los comercios, pero no compensaron los costes en producción". 

La tendencia a arrancarse o abandonar campos de kaki en la Comunidad Valenciana se acelera por tanto. "Llevamos unos 5 o 6 años en los que se planta muy poco, mientras que anteriormente  había largas colas para poder comprar las plantas a los viveros. Ahora se está empezando a revertir aquella tendencia de cambiar los cítricos por los kakis y muchos agricultores, después de perder dinero durante varias campañas seguidas, están volviendo a plantar cítricos", avisa Pascual Prats.