Los viticultores italianos están ahora mismo trabajando en la recolección y comercialización de sus cosechas, pero esta temporada, una vez más, hay controversia sobre el uso de productos fitosanitarios. Un empleado del Comité Técnico y Científico de la Comisión Italiana de la Uva nos habla sobre ello. El comité está formado por un equipo de 30 profesionales compuesto por profesores universitarios, técnicos y expertos agrícolas de las dos principales regiones productoras de Italia: Apulia y Sicilia.
FP (Freshplaza): ¿Se encuentra la uva entre las frutas con mayores niveles de residuos?
(TSC) Comité Técnico y Científico: "En lo que respecta a la venta al por menor, las uvas tienen que cumplir unos altos estándares de calidad. En cuanto a los productos fitosanitarios, la gran mayoría de las cadenas exigen que las uvas contengan un máximo de 4 residuos de productos fitosanitarios. Estos últimos están sujetos a un estricto procedimiento de aprobación dictado por la normativa europea, que fija los límites de concentración en frutas y hortalizas en función de las características toxicológicas de las sustancias activas presentes en los productos fitosanitarios".
Los límites legales ya son seguros de por sí y se revisan periódicamente con base en los resultados de pruebas científicas sobre la toxicidad, el medio ambiente y otros factores que afectan a los residuos. Por ello, muchas cadenas de gran distribución exigen a sus productores que suministren uvas con niveles de residuos de sustancias activas por debajo del 30% de los límites legales. El número limitado de residuos (un máximo de 4) y el hecho de que sus niveles se sitúen más de un tercio por debajo de los límites legales hacen que la cadena de suministro de uvas sea muy segura, a la altura de las de otros productos hortofrutícolas.
FP: ¿Cómo podemos desmentir estas afirmaciones y tranquilizar a los consumidores?
TSC: Dado que las cadenas de distribución imponen restricciones a las sustancias activas, a los productores de uva de mesa les interesa suministrar a los clientes uvas con niveles muy por debajo de lo que dictan las ya severas restricciones, porque eso afecta a la penetración en el mercado. Por ello, algunos proveedores intentan producir con residuo cero para poder satisfacer las necesidades de todos sus clientes. Además, el cultivo de la uva ha cambiado mucho en los últimos quince o veinte años. Los viticultores cada vez usan más cubiertas, que reducen los problemas fitosanitarios del cultivo y, por tanto, la necesidad de tratamientos fitosanitarios. Se utilizan muchos agrofármacos aceptados en la agricultura ecológica y se recurre a la confusión sexual para controlar la población de los organismos fitófagos más importantes, de modo que no necesitan ningún tratamiento, gracias también a la presencia en la zona de una amplia red de asistencia técnica formada por un gran número de expertos.
FP: Hay quien dice que estas sustancias químicas se quedan en la uva incluso después lavarlas. ¿Es realmente así? ¿Qué se puede hacer para eliminarlas?
TSC: Los análisis para detectar los residuos de sustancias activas presentes en las uvas se llevan a cabo en racimos sin lavar en laboratorios especializados y con dispositivos de muy alta tecnología. Si los resultados de los análisis ya satisfacen a los clientes, el lavado solo puede mejorar la situación. En cualquier caso, es una buena costumbre lavar las uvas, así como otros productos, antes de su consumo.