El kaki encara el principio de su campaña bajo unas previsiones agridulces, marcadas por la caída de la producción que se registrará en la Comunidad Valenciana tanto por los episodios de pedrisco que han tenido lugar en la región y que han afectado a las zonas productoras como por los daños que está provocando en las explotaciones la rápida expansión del cotonet que afecta a esta especie, y que en conjunto están provocando pérdidas del orden de decenas de miles de toneladas. No obstante, la campaña en otras regiones españolas de producción ofrece expectativas más positivas, como en Extremadura.
“En Badajoz tenemos en producción 100 hectáreas de kaki, todas ellas en pleno rendimiento, y este año esperamos una campaña normal en la que prevemos producir entre 2,5 y 3 millones de kilos”, explica António Gomes Pereira, del departamento comercial de Sol de Badajoz. “Producimos nuestros kakis bajo malla; aunque no solo esta fruta. Hemos realizado una inversión muy importante para cubrir las 2.500 hectáreas que tenemos entre todas las especies que cultivamos para proteger la fruta que producimos”.
Fincas de frutales de Sol de Badajoz.
“Se trata de un sistema de mallas que se coloca sobre los árboles directamente, envolviéndolos y protegiendo la fruta en su interior. Con este sistema evitamos que las inclemencias meteorológicas, como pueden ser los episodios de granizo o las lluvias torrenciales, dañen las ramas de los árboles y a su fruta. También nos ha permitido evitar las enfermedades que se propagan por parte de los insectos vectores, ya que impide que entren en contacto con la fruta”, señala António.
“Además, la malla consigue elevar la temperatura en su interior unos 2 grados centígrados respecto a la temperatura externa, lo que nos permite una mayor precocidad y, como la fruta está protegida, el aire no la mueve y se minimizan los daños por rameado. Con este sistema conseguimos cosechar una fruta más limpia, más sana, más uniforme en color y, además, más temprana”, subraya el profesional.
La compañía extremeña con sede en Villanueva de la Serena produce el 100% de su fruta en Extremadura, en fincas tanto de las Vegas Bajas como de las Vegas Altas, donde cultiva una amplia gama de frutas de hueso, entre las que destacan ciruela, nectarina, melocotón, paraguayo, kaki y granada. De hecho, la campaña de la granada está en pleno desarrollo, como comparte António. “La producción de la granada este año también está siendo normal, prácticamente hemos finalizado con la primera de las variedades que cultivamos y esta semana hemos empezado con la siguiente. El 80% de nuestra producción se destina a la exportación y llega a mercados de cuatro continentes: a Europa, a América, tanto Sudamérica como Norteamérica, a Asia y a África, donde las exportamos a Sudáfrica y al norte del continente, a Marruecos y a Egipto”.
Extremadura es una región productora de frutas importante en el conjunto nacional. Su diversidad geográfica, desde las vegas fértiles hasta las zonas de montaña, y sus diferentes características edafoclimáticas le permiten albergar la producción de numerosas especies de frutas y hortalizas, que se benefician de una climatología caracterizada por la estabilidad. Y el kaki, que Sol Badajoz destina principalmente para la exportación, ha sido uno de los beneficiados de estas ventajas.
“Las previsiones para esta campaña son buenas, según los datos de mermas que están llegando desde Valencia, pero hay que ver cómo responden los mercados: el consumidor es al final el que decide cuándo un producto tiene éxito o no”, señala con cautela el director comercial de Sol de Badajoz. “No obstante, ya hemos recibido muchas muestras de interés. En la feria Fruit Attraction muchos nos han preguntado cuándo vamos a empezar a comercializarlo”.
Para más información:
António Gomes Pereira
Director Comercial
Sol de Badajoz, SL
Frutas Salud Sdad. Coop.
Ctra. N-430, Km 116
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