El Instituto de Desarrollo Rural (IDR) publicó la estimación de producción de cereza para este año, cuya cosecha que se inició hace un par de semanas. Cecilia Fernández, técnica del IDR y parte del equipo que elaboró el informe, señaló que se estima una cosecha de 4.100 toneladas de cerezas, un 14% inferior a la del año pasado (4.751 t),
“La cereza tiene mucha variabilidad, sobre todo por el tema de heladas y de viento Zonda en floración”, explicó Fernández. Puntualmente, este año hubo heladas en el momento de floración del cerezo y eso afectó de manera desigual, según las variedades, la zona, el manejo de las parcelas, entre otros factores. En el momento de monitoreo en octubre, se encontraban árboles con carga completa y otros afectados por las contingencias climáticas, señaló.
Para Diego Aguilar, presidente de la Cámara de Cerezas de Mendoza, los problemas climáticos cambiaron el buen panorama que había para este año, en el que se esperaba que la cosecha superara a la de 2020 dada la entrada en producción de los cerezos jóvenes: “Encontramos menos cuaje que el habitual, debido a la helada y al viento Zonda previo. Cuando hay Zonda, baja la humedad y deshidrata, entonces el polen no encuentra cómo cuajar y eso implica menos fruta”.
Aguilar remarca que es muy difícil estimar el daño causado por la helada porque hay frutas afectadas que manifiestan el daño en el momento, pero otras frutas siguen creciendo hasta 15 días y de repente se caen. Además, se puede producir un raleo natural, por el cual (dicho en términos generales) algunas frutas mueren, pero la planta agranda las que continúan con vida.
“Se nota que hay una menor cosecha. Estamos con menores rendimientos. Algo que no sé si va a incidir a final de temporada es que las frutas tempranas son las que han sufrido más daño, con las cuales la gente, al norte del río Mendoza, prácticamente está terminando su cosecha. A lo sumo le quedará una semana más. Están terminando más temprano que lo habitual”, analizó Aguilar.
Otra duda es cómo podría afectarse el precio en el mercado interno, ya que la cereza es muy consumida para las fiestas de fin de año. Eso dependerá de los números finales de la cosecha y de la temporada en la Patagonia, con buenas perspectivas. Además, como es considerada un consumo “de lujo”, muchas personas la “dejan de lado” cuando los precios aumentan.
Fuente: losandes.com.ar