En una imagen aérea de la provincia de Antalya, situada en el suroeste de Turquía, se ven invernaderos hasta donde alcanza la vista: más pequeños y más grandes, de baja y alte tecnología, que cultivan tomates, pimientos, flores como claveles y productos exóticos como bananas y pitahayas. No es de extrañar que Growtech, la mayor feria hortícola de Turquía, atraiga a más de 500.000 visitantes cada año. Aun así, muchos proveedores no acuden a la feria por el sector local, sino para reunirse con clientes de Asia Central y Oriente Medio, donde la horticultura está en rápido crecimiento.
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Mercado turco y oportunidades internacionales
El mercado turco en sí mismo ha pasado por momentos muy difíciles. El sector hortícola del país es extenso y cada vez se invierte más en la agricultura hidropónica. Aun con todo, al mismo tiempo, los productores nacionales se enfrentan a la incertidumbre actual. Rusia, por ejemplo, es un mercado de exportación importante y, al mismo tiempo, inestable, ya que el país veta con regularidad las importaciones de tomate de Turquía.
Con más de 84 millones de habitantes y más de 70.000 hectáreas de invernaderos, la mayoría de los productores ponen el foco en el cada vez mayor mercado nacional. La creciente clase media tiene una alta demanda de productos de invernaderos locales y de calidad. Normalmente, al menos. La semana pasada, el tipo de cambio de la lira turca se fue por el desagüe: en lo que se ha bautizado como "martes negro", el valor de la lira frente a las divisas se redujo de forma brusca un 20%. Los productores que tienen que comprar insumos hortícolas o los proveedores que necesitan adquirir mercancías para la producción están pasando por dificultades; la inflación lleva en marcha muchos años y el tipo de cambio actual se encuentra en un mínimo histórico.
En la feria, algunos proveedores mencionaron incluso que, con la inseguridad del tipo de cambio, no podían ofrecerles a los productores un precio por su producto, algo que también está ocurriendo en otros sectores. En el caso de la manzana, por ejemplo, se suspendieron las ventas la semana pasada. Ya se han reanudado, pero con un incremento del 25% para compensar el desplome del precio.
Como muchos proveedores hacen negocios internacionales, no acudieron a la feria interesados en el mercado nacional, sino con la esperanza de visitar a sus clientes internacionales. El desarrollo del sector hortícola en los países de la CEI se ha acelerado en el último par de años y, pese a la COVID y a las dificultades, países como Kazajistán, Uzbekistán y Tayikistán atraen el especial interés de los proveedores de invernadero. Pese a que las fronteras de Turkmenistán permanecen completamente cerradas, consiguieron llegar a la feria muchos otros visitantes, para los que es más fácil que viajar a Países Bajos, España o Italia.
El próximo año, la feria Growtech se volverá a celebrar en Antalya, pero antes, ¡es hora del reportaje fotográfico!