"Nuestros proveedores tienen una disponibilidad más que suficiente de cítricos españoles", asegura Ronnie Moorman, comprador de Willem Dijk AGF, cuya empresa holandesa se dedica a la importación y exportación de patatas, frutas y hortalizas. A finales de octubre, el nivel de precios era casi el mismo que el año pasado. Sin embargo, Ronnie no descarta que, más adelante en la temporada, estos puedan reflejar la moderada disponibilidad de tamaños más grandes.
"Estamos viendo un poco más, pero en cuanto a precios, están al mismo nivel", dice. Tampoco espera nada descabellado para el resto de la temporada. "La mayoría de las veces, hay algo menos de cítricos disponibles en diciembre, lo que podría ocurrir también este año. Pero creo que nuestros transportistas tendrán un año normal. No nos quedaremos sin nada".
Cambio
Willem Dijk introdujo sus primeras mandarinas españolas Iwasaki a principios de octubre. En ese momento, el mercado todavía estaba servido de mandarinas de ultramar, según Ronnie, así que hubo poca demanda de Alemania, uno de los principales compradores del mayorista. Sin embargo, hubo demanda de los Países Bajos. Y cuando llegaron las mandarinas españolas Okitsu, el país empezó a cambiar a la fruta española.
"El mercado de cítricos de ultramar se abarató a finales de octubre. También están llegando algunos excedentes de tamaños más pequeños". Moorman explica que el mercado también está recibiendo bien las clementinas Marisol, gracias a su buen color, sabor y precio. Willem Dijk las vende con la marca Filósofo.
Calidad y continuidad
Hace cinco años, apenas había en el mercado variedades de club de cítricos de ultramar, como Orri o Tango/Tangold. Ahora hay muchas disponibles, lo que no es una buena señal, según Ronnie. "Las mandarinas Orri de España o Israel suelen costar unos 24 euros por caja al final de la temporada. La temporada pasada, se pudieron adquirir por 10-12 euros/caja. La exclusividad de las variedades de club de cítricos ha pasado de moda. La temporada pasada se vendieron en todas partes".
El comprador afirma que las marcas de cítricos, en cambio, están en alza. Por ello, les da más valor. "Si los expedidores seleccionan mejor los cítricos y los nombran, pueden destacar. Ya no te distingues solo con una variedad de club como Orri o Tango". Ronnie considera que la calidad es el aspecto diferenciador de los cítricos. "La calidad y la continuidad son lo más importante en las marcas en las que confían los clientes, por consiguiente, el precio no lo es tanto".
Willem Dijk y sus expedidores españoles, por ejemplo, ofrecen naranjas bajo la marca Elefant, y mandarinas bajo la marca Filósofo, con una calidad constante durante toda la temporada. El mayorista, por tanto, considera fundamental planificarse bien y mantener buenos contactos con sus expedidores habituales. "Estas marcas llegan principalmente a las fruterías", continúa Ronnie.
Aumento de los costes
Los costes suben en España, pero Marruecos no sustituye a los productos españoles. Willem Dijk ya compra normalmente productos marroquíes además de los españoles. Ronnie afirma que los clientes de Alemania y el este de los Países Bajos prefieren los productos de España.
Sin embargo, el aumento de los costes se hace notar. "En primer lugar, notamos el aumento del coste del combustible. En España, también es un problema encontrar personal. Hay más gastos, así que los costes aumentan". Aunque espera que los precios acaben aumentando, Ronnie no quiere adelantarse. La situación puede cambiar rápidamente. "Las cosas están avanzando, pero todavía queda mucho camino que recorrer", concluye.
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Ronnie Moorman
Willem Dijk AGF
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