Hace unos diez días que la empresa Meseguer comenzó a comercializar la uva Aledo de España. Se trata de una variedad que la empresa vende bajo su marca premium Anabella. "Es un año bastante atípico para la Aledo de España. En primer lugar, porque empezamos la campaña con volúmenes menores que otros años. Las complicadas condiciones meteorológicas, caracterizadas por lluvias regulares y olas de frío, nos obligaron a hacer una mayor selección desde el principio de la temporada", explica Benoît Maillard-Guillon, de Meseguer.
Un inicio de campaña con precios sostenidos
A esta realidad agronómica se suman las consecuencias de la escasez de uva Italia en el mercado. "A pesar de una situación complicada para la mayoría de las frutas y verduras en este momento, la demanda de Aledo de España sigue presente. Esto se debe, en parte, a que la temporada de uva Italia terminó muy pronto este año. Hubo tan pocos volúmenes que la temporada acabó a mediados de noviembre en lugar de a finales de diciembre. El resultado fue un inicio temprano de las ventas de Aledo de España con precios sostenidos. Otros países, como Italia este año, están muy interesados en la variedad".
Una calidad gustativa que mejora con los años
Si bien la variedad es muy popular este año, también lo es por el nivel de calidad de las uvas. "Aunque la selección era más considerable al principio de la campaña, la calidad del producto este año es realmente muy satisfactoria. Llevo quince años trabajando con Aledo y, aunque el producto siempre ha sido visualmente muy atractivo, la calidad del sabor ha mejorado considerablemente, lo que facilita mucho las ventas. El consumidor actual busca Aledo por su dulzura, su suavidad y su aroma. No solo por su color dorado que decora sus comidas festivas".
Una oportunidad para la marca premium Anabella
Ante los volúmenes limitados y la alta demanda, la campaña española de Aledo también puede terminar antes que otros años. "No estamos seguros de que lleguemos a Navidad y no queremos especular. Nuestra prioridad es satisfacer a nuestro cliente con un producto lo más fresco posible. Así que no queremos recoger todo al mismo tiempo y almacenarlo en frigoríficos hasta Navidad con la esperanza de venderlo a mejor precio a costa de una menor calidad. Nuestra marca premium Anabella tiene claramente una carta que jugar este año, por lo que tenemos que ofrecer al cliente un producto de alta calidad e impecable para ganar la confianza del consumidor. En este año concreto, en el que no hay competencia con Italia, es el momento de construir la credibilidad de Anabella. Esto será beneficioso para las uvas sin pepitas y las frutas de hueso que se venden bajo la marca".
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Benoît Maillard-Guillon
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