El cultivo de frutos rojos está en expansión, y con él la presión y la demanda de mayor seguridad en su producción. Los frutos rojos son un cultivo muy arriesgado en campo abierto: los elevados costes deben compensarse con mayores volúmenes de cosecha, menos tiempo de recogida y también con mejores precios en el mercado. En estrecha colaboración con la explotación de calabazas y frutos rojos Wurzer de la Baja Austria, el consultor de gestión Dennis Weisbrod se ha estado dedicando a estas tareas. En una entrevista, el propietario de la explotación, Leo Wurzer, explica cómo se reestructuraron con éxito los procesos operativos para ponerlos al día.
Durante el primer año de colaboración, se analizó la situación actual y se elaboró un plan que se aplicará paso a paso a partir de este nuevo año 2022. Según Wurzer, los mayores cambios se produjeron en las rutinas de trabajo diarias, semanales y anuales, que deben planificarse siempre con antelación. La atención se centró en cuestiones como: ¿Quién es responsable de qué exactamente? ¿Qué hay que hacer en qué plazo? ¿Qué trabajo se puede hacer cuando cambia el tiempo? ¿Cuál es el procedimiento de control?
La familia Wurzer / Foto: Wurzers KG
Aumento de la calidad y la productividad
"Si siempre se piensa uno o dos pasos por delante, el trabajo es mucho más fácil, hay menos estrés y aumentan la calidad y la productividad", indica Wurzer. Otro punto crucial en este sentido, dice, es la formación inicial de los empleados; algo que está poniendo en práctica Dennis Weisbrod.
La pandemia del coronavirus también ha dejado profundas cicatrices en Austria, motivando que más consumidores se pregunten de dónde proceden sus alimentos. Wurzer afirma que "el mayor reto es retener a los trabajadores fijos y adquirir nuevos temporeros, sobre todo en lo que respecta a los capataces". "Siempre hemos procurado ofrecer muy buenas condiciones de trabajo y que los empleados se sientan a gusto con nosotros. Gracias a la consulta, las operaciones mejorarán, lo que también beneficiará a nuestros trabajadores".
Dennis Weisbrod (aquí en expoSE 2021) lleva varios años trabajando como consultor de gestión independiente en los sectores del cultivo de frutos rojos y de servicios alimentarios.
Proceso de cambio integral
Durante la pandemia, dice, ha aumentado la dependencia de la comunicación en línea. Sin embargo, Wurzer subraya que la cooperación ha resultado relativamente sencilla: "Durante las primeras reuniones en línea, se analizó el statu quo. Luego, durante la temporada alta, hubo una visita in situ de tres días, que incluyó una visita a la planta y un taller. "El taller del tercer día fue especialmente difícil para nosotros, porque nuestros teléfonos móviles no dejan de sonar durante la temporada alta, pero al final este taller resultó muy importante para prepararnos para los siguientes pasos. Unas semanas después, nos enviaron un resumen por escrito, que volvimos a repasar en una reunión online", dice Wurzer.
En definitiva, la dirección de la empresa familiar está muy satisfecha con el resultado de la cooperación, afirma. "La cooperación nos ha llevado a repensar las rutinas de trabajo recurrentes. Sin embargo, un proceso de cambio como este lleva su tiempo, como es natural, y debe controlarse y ajustarse con regularidad".
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