La temporada de la cebolla holandesa se encuentra actualmente en una fase de transición. "Los envíos de cebollas a África se están acabando y los volúmenes despachados en el mercado europeo no son muy grandes. Al igual que en los años anteriores, el comienzo del nuevo año está siendo tranquilo", dice Eric Moerdijk, de la empresa clasificadora y envasadora holandesa Monie.
Es difícil estimar si el nivel de ventas aumentará mucho en las semanas que vienen, de acuerdo con Eric. "La demanda tendrá que venir de los destinos europeos, aunque las previsiones de cosecha en los diferentes países europeos eran bastante altas, lo cual no ofrece una perspectiva muy positiva para nuestras cebollas. La venta de los calibres medianos en particular está siendo muy difícil, puesto que África se está retirando del mercado. La demanda de los tamaños más grandes es algo mejor".
"Por otro lado, estamos enviando algunos camiones a Polonia. Siempre que nuestras cebollas sean de mejor calidad y el precio sea competitivo, ciertamente hay oportunidades. Es recomendable, por otro lado, que las empresas envasadoras no tengan un alto nivel de existencias. El estado de ánimo entre los productores no es malo y además bastante estable. Los precios al productor rondan los 10 céntimos, pero con el precio actual por bala de 13,5-15 céntimos, los márgenes de beneficio son muy reducidos, ya que hay que tener en cuenta los costes del transporte".
"El precio de las cebollas rojas es más alto y bastante estable, aunque era incluso mayor al comienzo de la temporada. No obstante, las ventas son más fluctuantes que las de las cebollas amarillas", señala el envasador. "El coronavirus también sigue desempeñando un papel importante. Y es que, a pesar de que la exportación nunca se ha detenido, la pandemia tiene una influencia indirecta. Si las nuevas variantes del virus resultan ser menos dañinas y la vida puede volver a la normalidad, los patrones de consumo cambiarán y la demanda de cebollas aumentará. Aun así, el transporte marítimo sigue siendo un desafío por los altos precios y la baja disponibilidad de contenedores".
"Hasta ahora, la calidad no nos ha decepcionado. Los lotes de menor calidad ya han sido enviados a Polonia. La pregunta es cómo será la calidad en las semanas que vienen, ya que el hongo Fusarium, entre otras cosas, puede empezar a afectar a los lotes restantes. De momento, no sabemos si ha funcionado la aplicación de hidracida maleica (MH). Y es que las cebollas se han secado rápidamente en muchas parcelas y la pregunta es si el producto ha sido absorbido suficientemente por la planta. Lo veremos en las semanas que vienen", dice Eric.
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