El mercado de la patata de consumo se encuentra actualmente en un punto muerto: "Se espera que la oferta de patatas cerosas sea suficiente, y que los tubérculos cerosos y harinosos sean cada vez más demandados. En líneas generales, llevamos semanas peleando para darle un impulso a los precios de nuestras existencias, lo que lamentablemente no fue posible durante la temporada navideña. Ahora por fin han llegado las tan esperadas subidas de precios para los productores, que eran absolutamente necesarias, desde nuestro punto de vista", afirma Christian Fockenberg, uno de los dos directores generales de T. Stadtmann & Co, con sede en Bottrop, al describir la situación actual del mercado.
Aunque hay mercancía de buena calidad disponible, no es tan abundante como de costumbre, por lo que la diferencia entre las existencias brutas y netas son considerables. "Para que el cultivo de la patata de consumo no se vea sometido en el futuro al de la patata industrial, el nivel de precios debe responder a las exigencias. Debido a las elevadas exigencias de calidad en el sector alimentario, una de cada cuatro patatas acaba actualmente usándose para forraje; pero esto debe reflejarse también en los precios", continúa Fockenberg. Sobre todo en los países del Benelux, las empresas industriales han ampliado sus capacidades, por lo que se necesita más materia prima y se pagan precios atractivos.
Christian Fockenberg, director general adjunto de Stadtmann.
Lento comienzo de la temporada de importación
A pesar de las circunstancias actuales, las importaciones de patatas de consumo siguen siendo limitadas. "En diciembre recibimos pequeñas cantidades de Chipre para programas especiales, pero debido a las precipitaciones, de momento no es posible realizar más envíos. No se espera que Israel suministre cantidades relevantes al mercado hasta finales de marzo, como muy pronto, y Egipto quizá unos días antes. Hasta entonces, Francia es la única alternativa por el momento, aunque, por lo visto, la calidad de la mercancía allí tampoco es demasiado buena. Las existencias nacionales durarán probablemente un tiempo, después de lo cual recurriremos a las patatas tempranas de España y Portugal", detalla Fockenberg.
Cebollas y batatas
Desde la posguerra, las patatas de consumo doméstico (todas las variedades) han sido la especialidad de Stadtmann, que se fundó en 1912. Desde hace tiempo, también ofrecen cebollas, ajos y batatas. "Estos últimos proceden a menudo de Portugal, España o Egipto, aunque la mayor parte, así como los productos más atractivos visualmente, siguen procediendo de Estados Unidos. Desde el punto de vista de la comercialización, el comercio de la batata es un negocio extremadamente errático. En cuanto a la demanda, parece que el mayor pico ya ha quedado atrás, aunque siempre se necesita un volumen básico en el comercio", explica Fockenberg.
Debido a la ampliación de la superficie y a la óptima capacidad de almacenamiento en frío, la comercialización de cebollas nacionales ha ganado un impulso notable en los últimos años, afirma. "Ahora mismo, el mercado está flojeando un poco. Sin embargo, desde el punto de vista del productor, las cebollas se han establecido como un cultivo interesante desde el punto de vista agrícola. Las primeras cebollas de primavera neozelandesas llegarán al mercado entre mediados y finales de febrero. La construcción de nuevas instalaciones nacionales de almacenamiento a largo plazo se está haciendo, por supuesto, a expensas de las importaciones. En el estado de Renania del Norte-Westfalia, en particular, muchos han decidido empezar a cultivar cebollas en los últimos años, por lo que nos hemos convertido en un estado casi autosuficiente entre agosto y mayo".
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Christian Fockenberg
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